Poco más de dos
meses después inicio oficial de la Guerra Civil los antifascistas sorianos exiliados
que estaban en el bando leal a la República se agruparon para luchar y en esta
fecha quedó oficialmente constituido en Madrid el Batallón Numancia formado por
voluntarios sorianos.
El principal promotor de esta iniciativa
fue el diputado del Frente Popular Benito Artigas Arpón que
huyó de Soria a Madrid el 21 de julio para salvar la vida. Al poco tiempo
cuando ya se pudo comprobar que la guerra era inevitable, Artigas se unió a un
grupo de paisanos residentes en Madrid o que habían escapado del bando
sublevado, sorianos como el socialista Carlos García Benito o Miguel Ranz, de
Izquierda Republicana, y en varias reuniones celebradas en el Café Cristina
acordaron realizar una serie de acciones conjuntas. En primer lugar tomaron
posesión oficial de la Casa de Soria en Madrid y se agruparon en un comité de
milicias sorianas formado por un representante de cada uno de los partidos
políticos de izquierda y de los sindicatos que había entonces en Soria. Para
sufragar los primeros gastos obtuvieron un donativo de 2.000 pesetas (12 euros)
donados por Epifanio Ridruejo Botija, un soriano de nacimiento residente en
Madrid y republicano moderado que era entonces director del Banco Español de
Crédito. También consiguieron unas 100.000 pesetas (600 euros) que obtuvieron
por la venta de bienes incautados en Madrid al Vizconde de Eza de quien no se
ha podido confirmar si estaba entonces en Madrid y si le sacaron dinero a la
fuerza o si le incautaron sus propiedades mientras estaba a salvo en el otro
bando.
Lo cierto es que
con unos seiscientos voluntarios principalmente de Soria pero al que se le
unieron otros doscientos voluntarios de La Rioja y Navarra, formaron un
Batallón de unos ochocientos hombres que acabaron integrados en el Batallón nº
3 de la 66 Brigada Mixta del Ejército Republicano que pronto prestó sus
servicios en el frente de Guadalajara. Uno de los integrantes más conocidos de
esta fuerza fue el teniente Juan Antonio Gaya Nuño, y otro no más pero sí mejor
conocido fue Baldomero Peralta, un albañil de la CNT fallecido en Soria hace pocos
años, un hombre íntegro y fiel a sus ideales que más que un capítulo merecería
un biografía para él sólo, pero eso lo dejamos para otra ocasión.
Juan Antonio Gaya Nuño a la izquierda con el uniforme de oficial del Batallón Numancia. A la derecha Baldomero Peralta (2009) junto al Casino de Soria. |
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