domingo, 25 de septiembre de 2016

06/10/1214 ~ Muere el rey Alfonso VIII de Castilla

El 6 de octubre en la aldea abulense de Gutierre Muñoz y a los cincuenta y nueve años de edad muere el rey Alfonso VIII de Castilla que fue enterrado en el monasterio burgalés de las Huelgas. Buena parte de su agitada vida se desarrolló en Soria lo que ha dado pie a noticias, leyendas y muchos malentendidos que vamos a intentar desentrañar sin ahondar excesivamente en un complejo asunto plagado de matices y que se extendió durante años.

Alfonso VIII nació en 1155, y hay quien dice que pudo hacerlo en Soria pues sus padres pasaban aquí largas temporadas. Lo que sí sabemos con seguridad es que enseguida quedó huérfano pues al poco tiempo murió su madre doña Blanca y su padre, el rey Sancho III de Castilla “el Deseado”, cuando el niño apenas contaba con tres años de edad.

Por aquel entonces Castilla y León estaban divididos en dos reinos siendo el rey leonés Fernando II, tío de nuestro Alfonso. La situación castellana era muy complicada pues a Castilla la ansiaban los leoneses por el oeste, el rey Sancho VI de Navarra y Alfonso II de Aragón por el este, además de los almohades que amenazaban por el sur, pero quizá el principal problema estaba en el interior pues las dos familias más poderosas del reino, los Lara y los Castro, estaban enfrentadas.

Conocedor de esta situación, antes de morir el rey Sancho III dispuso que el que había sido su propio ayo y tutor, don Gutiérrez Fernández de Castro, lo fuese también de su hijo Alfonso. Sin embargo no les dio a los Castro todo el poder pues la regencia del reino se la dejó a don Manrique de Lara, representante de la otra familia. Los Lara no se fiaban del rey de León y mucho menos de los Castro pues pensaban que podían influir para enfrentarles con Alfonso por lo urdieron un plan en el que consiguieron hacerse pacíficamente con el rey niño. Cuando los Castro se dieron cuenta de que habían sido engañados acudieron a León buscando ayuda del rey Fernando II que se creía con derechos sobre la corona de Castilla pues ya se otorgaba el título de Hispaniarum Rex.

Al conocer la alianza del rey de León con los Castro, los Lara se replegaron con la intención de darles tiempo a pensar una maniobra y en espera de la decisión del rey leonés llevaron al niño rey hasta Soria, probablemente seguros de la lealtad de los sorianos y por ser el punto castellano más alejado de León. Sabemos que en ese tiempo Alfonso VIII se alojó en las casas de los Santa Cruz, parientes de los Lara y leales a su causa.

Fernando II de León acudió a Burgos donde se celebraban Cortes y exigió a los Lara la entrega del niño bajo la promesa de que se convertiría en el tutor de su sobrino si bien parece seguro que sus intenciones eran otras, como mínimo la de convertir a Alfonso en vasallo suyo aunque hay fundadas sospechas para pensar que podría haberle mandado asesinar pues sin lugar a dudas esa era la mejor solución para él y sus aspiraciones. Los Lara se negaron a entregar al niño y no revelaron el lugar en el que lo escondían si bien los espías del leonés localizaron al niño rey en el barrio de la Santa Cruz de Soria a donde el de León acudió con su ejército.

En el año 1162 el rey Alfonso era un despreocupado niño de siete años más pendiente de sus juegos junto al Duero que de los asuntos de estado. Su responsable y tutor de entonces don Pedro Núñez de Fuentearmegil de la casa de los Santa Cruz, al enterarse de la inminente llegada del rey de León decidió huir apresuradamente con el niño. Llegó primero a San Esteban de Gormaz y de ahí a Atienza donde se lo entregó a los Lara diciéndoles “Libre os lo damos, guardadle libre”.

Apenas sabemos nada de la Soria de la época pero estamos convencidos de que toda la población sería consciente de los riesgos que habían asumido cobijando al rey de Castilla y que algunos lo pagaran caro, razón por la que ya pasado el peligro, el rey Alfonso VIII no olvidó los favores recibidos y concedió a Soria un trato preferente y varios honores de lo que ya hemos hablado y de los seguiremos hablando.


Escultura de Alfonso VIII obra de Federico Collaut Varela (1972) para la fachada principal de la Diputación provincial de Soria.

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