domingo, 25 de septiembre de 2016

10/10/1170 ~ Una bula del papa Alejandro III documenta el pleito del monasterio templario San Juan de Otero.

En esta jornada se documenta la primera referencia sobre el monasterio templario de San Juan Otero, una bula del papa Alejandro III que viene a decir que entre 1169 y 1170, al morir el monje fray Fernando Núñez (nacido en Fuentearmegil, hermano de Pedro Núñez de Fuentearmegil, maestre de la Orden de Caballería de los Templarios y que había recibido su hábito en San Juan de Otero), surgió un pleito entre monjes templarios que consideraban como propia la herencia de fray Fernando, y los monjes de la orden de Calatrava pues fray Fernando había cambiado de orden antes de morir pasándose a la segunda. El texto habla de un monasterio que los templarios en territorio de la diócesis de Osma bajo la advocación de San Juan de Otero, pero no ofrece más datos para ubicarlo.

Tradicionalmente no ha habido dudas en identificar el monasterio templario de San Juan de Otero con la actual ermita de San Bartolomé junto al río Lobos en término de Ucero. Además de su curioso e idílico emplazamiento que lleva al reposo y la meditación, se une la tradición oral, indicios documentales así como coincidencias astrológicas y geográficas como las que sacó a la luz Juan García Atienza que identificó varias en este emplazamiento. Sin embargo hay que reconocer que junto a la ermita no hay restos ni evidencias de otros edificios correspondientes al citado monasterio y sí hay datos históricos que, como poco, siembran las dudas en cuanto a esta relación templaria de la ermita del río Lobos.

Esto viene a cuento de que fray Francisco de Rades y Andrade -capellán de Felipe II, Cronista de Calatrava y natural de San Andrés de Soria- escribió en 1572 un texto titulado Crhonica de la Orden y Cavalleria de Calatrava en el que recoge el citado problema legal entre templarios y calatravos, y quien sin ofrecer más datos ubica San Juan de Otero a "tres leguas de la ciudad de Soria en un cerro muy alto llamado el Otero, donde al presente ay una ermita llamada Santo Iuan, y con cimientos y otras señales de grandes edificios".

Esta ubicación no coincide con la tradicional del río Lobos pues ni está a tres leguas de Soria ni en un alto. Se han ofrecido hasta tres ubicaciones alternativas: Matute de la Sierra, Tozalmoro y Peroniel del Campo.

Sabemos que en las inmediaciones de Matute de la Sierra existe un cerro u otero llamado San Juan (1.359 m) en el que además de leyendas y tradiciones existen restos de haber existido una pequeña construcción, quizá una capilla, y al que el siglo XVIII Tomás López relacionó con los templarios. El investigador Florentino Zamora Lucas se inclinó a situar San Juan de Otero en el propio castillo de Ucero, situado en un alto u otero; en el citado cerro de de San Juan de Matute de la Sierra (1.359 m.) o en otro de Peroniel del Campo. Gonzalo Martínez Díez en Los templarios en la Corona de Castilla, localiza San Juan de Otero en un monte llamado de San Juan y situado en término de Peroniel, aunque sea propiedad de vecinos de Tozalmoro y linde con Mazalvete, donde quedan restos constructivos de lo que fue un templo dedicado a ese santo y abundantes restos de otros edificios anejos.

Es posible que todos estos emplazamientos fuesen propiedades templarias no documentadas, o que ni de lejos pasaran por ahí, o que incluso Rades malinterpretara el dato por ignorancia o interés. En cualquier caso este misterio es uno más, si acaso el menor, de los que hacen que la ermita de San Bartolomé sea un lugar tan interesante para miles de visitantes.
 
Ermita de San Bartolomé en el corazón del Cañón del Río Lobos (Ucero, Soria).

09/10/1390 ~ Fallece el rey que puso su corte en Soria: Juan I.

En esta fecha falleció el rey Juan I de Castilla (1379-90), quizá el monarca que más tiempo estuvo en esta tierra y en donde dispuso su corte y celebró Cortes.

Nacido en Épila (Zaragoza) en 1358, fue el primogénito de Enrique de Trastámara y ejerció su primer papel de estado como rehén para asegurar la colaboración de su padre con el reino de Aragón, lo que completo al ser obligado a casarse en Soria con la infanta Leonor de Aragón aunque a diferencia de muchos matrimonios pactados parece que aquel fue un matrimonio también por amor, logrando así una paz entre ambos reinos que, con altibajos, duró hasta 1439 y que permitió que ambos reinos pudieran desarrollarse eficazmente y dedicarse a combatir al enemigo común, los musulmanes, si bien Juan I también desarrolló batallas, pactos y tratados para tratar de conquistar Portugal y solucionar las aspiraciones de los herederos de Pedro I que aspiraban legítimamente al trono castellano. Entre otras, una de las medidas de adoptó sobre este asunto fue la de ordenar el encierro en el castillo de Soria de quien fue hijo de Pedro I, el infante Juan de Castilla a quien conocemos como el Príncipe Cautivo.

Desconocemos las razones que le llevaron a elegir encerrar a su pariente en Soria pero es posible que quisiera tenerlo cerca pues Juan I se caracterizó por pasar largas temporadas en Soria. Además de por haberse casado aquí, Juan I tenía una predilección especial por estas tierras pues parece que era aficionado a la caza, afición que solía desarrollar en los montes de Soria y lo que le obligaba a fijar aquí su residencia y corte para lo que construyó unos palacios reales que estuvieron en la zona del Tovasol, si bien últimamente algunas investigaciones se inclinan a pensar que estuvieron en el entorno de la actual plaza Mayor.

En agosto de 1380 el monarca estaba en tierras de Soria y aquí dispuso la celebración de las Cortes Generales del reino y que convirtieron a nuestra ciudad en el centro de Castilla con la celebración de un político y social acto tan importante como no lo ha vuelto a haber. Los acuerdos y consecuencias de aquellas Cortes fueron importantes para el desarrollo de la política nacional e internacional pues se adoptaron diversas reformas económicas y acuerdos relativos a la barraganas de los clérigos, pero a nivel local, una de esas consecuencias fue el cambio de categoría de la villa de Soria que ya definitivamente en esa fecha es elevada a la categoría de ciudad.

La Guerra de los Cien Años y sus derivaciones en la península le alejaron de nuestra tierra, pero no la olvidó pues a lo largo de su reinado fueron muchos los privilegios y concesiones que hizo a muchos particulares y a muchas poblaciones en general.
 
Imagen antigua del barrio del Tovasol en Soria en una fotografía publicada en Revista de Soria primera época (1971).

08/10/1715: El Marqués de Vadillo es nombrado corregidor en Madrid.

El soriano Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre Arbizu y Álava, primer marqués del Vadillo, fue nombrado en esta jornada corregidor en Madrid.

Francisco nació en Soria, aunque no tenemos seguridad de en qué localidad pues su cuna se la disputan la capital, San Andrés de Soria y Bliecos. Fue hijo de Antonio Ildefonso de Salcedo y Arbizu y de su primera esposa doña Teresa de Aguirre y Álava, lo que le emparentaba con destacados nobles locales y nacionales. Debió pasar sus primeros años en Soria o en San Andrés, y sabemos que se casó en la parroquia de San Nicolás el 8 de enero de 1674 con su prima Isabel Manuela de Tordoya y Salcedo, y en Soria nacieron dos de sus hijos.

El resto de sus hijos nació en Extremadura y Andalucía donde ejerció varios cargos políticos como corregidor y militar pues en 1705 tomó a su costa el Regimiento de Infantería de Lucena por cuyos servicios a favor de los Borbones en la Guerra de Sucesión fue compensado en 1712 con el título de Marqués del Vadillo.

Pasó después a desarrollar otros importantes destinos públicos como el de superintendente de las rentas reales del reino de Sevilla, con plaza en el Consejo de Indias, la general de Hacienda y el 8 de octubre de 1715 fue nombrado corregidor de Madrid, cargo que desarrolló hasta 1729 fecha en la que murió.

Fue muy estimado del rey Felipe V y bajo su dirección se hicieron el la Corte el cuartel de Reales Guardias del Corps, la casa hospicio, el puente de Toledo, la ermita de Nuestra Señora del Puerto (patrona de Plasencia a la que le tenía una gran devoción) y la fuente de la red de San Luis.

El título nobiliario del Marquesado del Vadillo se debe a El Vadillo, nombre de una pequeña aldea hoy despoblada y prácticamente desaparecida cerca de La Póveda por lo que el nombre correcto de la soriana plaza del Marqués del Vadillo debe ser así con el artículo contraído y no “Marqués de Vadillo”, sin artículo. Por cierto que la plaza no está dedicada al personaje que hoy hemos tratado sino a su descendiente el VIIIº marqués don Francisco Javier González de Castejón y Elio que fue ministro en los primeros años del siglo XX.


Retrato de don Francisco Antonio Salcedo y Aguirre, primer Marqués del Vadillo. Lienzo de Miguel Jacinto Meléndez en el Museo Municipal de Madrid.

04/10/1925 ~ Altercado en el coso soriano.

El domingo 4 de octubre, se celebró en el coso soriano de San Benito una corrida de toros con seis ejemplares de Vicente Muriel para los diestros Emilio Méndez, Antonio Sánchez y Gregorio Garrido. La corrida resultó un desastre y durante la lidia del cuarto toro un espectador soriano faltó al respeto del torero Emilio Méndez iniciándose una violenta discusión con otro espectador que defendía al injuriado. Este segundo espectador era el torero Juan Anlló y Orrios “Nacional II” que como uno más del público asistía a la corrida en Soria.

La discusión acabó en pelea extendiéndose a los acompañantes de los dos jóvenes. Uno de ellos (nunca se supo exactamente quien aunque se inculpó a un joven soriano médico de profesión) golpeó en la cabeza con una botella al torero y Nacional II se defendió a bastonazos. Ambos fueron reducidos por la policía y conducidos a la enfermería para ser explorados y atendidos. En principio el soriano fue remitido a casa por parecer su estado reservado y a Nacional se le dejó salir a la calle por no apreciarse lesiones de importancia, pero al salir continuaron las broncas e incidentes entre los amigos de ambos con lo que al final Juan Anlló fue enviado al juzgado y de ahí a la cárcel provincial en el hoy Palacio de la Audiencia.

En el juicio, los guardias que le custodiaban en el calabozo afirmaron que el torero estaba muy nervioso, se arrancó los vendajes y se dio de cabezazos contra los muros de su calabozo.  Pronto el torero solicitó asistencia médica pues no se encontraba bien. Los médicos le atendieron en la prisión y el juez no le permitió salir para ser examinado al hospital. Al día siguiente su estado de salud empeoró, perdió el conocimiento y el juez autorizó el traslado del torero a su alojamiento en el Hotel Comercio donde fue operado de urgencia por un médico venido expresamente de Madrid que le practicó una trepanación para aliviar la presión intracraneal producida por una hemorragia cerebral consecuente a los golpes recibidos. Pero la medida no fue suficiente y el torero murió a primera hora de la tarde del 6 de octubre de hace ochenta y nueve años.

Al poco tiempo se inició la investigación judicial y los interrogatorios aunque la prensa nacional y escritores como Ernest Hemingway ya juzgaron y condenaron a todos los sorianos que quedamos como unos bárbaros y asesinos, los más brutos del país, iniciándose así una leyenda negra que perduró muchos años. Una de las medidas adoptadas por la Asociación de Matadores de Toros fue la de negarse a firmar contratos para torear en Soria con lo que la plaza de Soria quedó vetada hasta 1927.

Como ejemplo de esta campaña de desprestigio, un año después del incidente el soriano de adopción y periodista Antonio Zozaya escribía en la revista Mundo Gráfico que “… un grupo de devotos del torerismo y de la majeza quisieron presentarla (a Soria) á los ojos de los españoles de todas las provincias restantes como iracunda, brutal y homicida. Ante los Tribunales de Justicia la verdad ha resplandecido. La muerte de Nacional II (hay ya dinastías cirquenses) fue un suceso vulgar, lamentable por causar la muerte de un joven valiente y pundoroso como Anlló y fue consecuencia de una violenta riña tumultuaria, en que los verdaderos sorianos no tuvieron arte ni parte. Ni el fiscal, ni los acusadores, ni uno solo de los letrados que han intervenido en el proceso se han hecho eco de las miserables calumnias que ofendieron á la vieja Numancia”. Continúa su artículo alabando el nivel cultural de los sorianos cuyo nivel de escolarización de niñas es el más alto de las capitales de España, y eso en una provincia ya entonces olvidada por las autoridades pues carece de muchos servicios públicos e infraestructuras necesarias, pero no de escuelas cuya construcción y dotación correspondía entonces a cada municipio pero que a menudo construían y dotaban los propios vecinos.


Velatorio del torero Nacional II sobre una mesa del Hotel Comercio. Foto de Tiburcio Crespo, JCyL AHPSo, Archivo Carrascosa nº 824.

06/10/1214 ~ Muere el rey Alfonso VIII de Castilla

El 6 de octubre en la aldea abulense de Gutierre Muñoz y a los cincuenta y nueve años de edad muere el rey Alfonso VIII de Castilla que fue enterrado en el monasterio burgalés de las Huelgas. Buena parte de su agitada vida se desarrolló en Soria lo que ha dado pie a noticias, leyendas y muchos malentendidos que vamos a intentar desentrañar sin ahondar excesivamente en un complejo asunto plagado de matices y que se extendió durante años.

Alfonso VIII nació en 1155, y hay quien dice que pudo hacerlo en Soria pues sus padres pasaban aquí largas temporadas. Lo que sí sabemos con seguridad es que enseguida quedó huérfano pues al poco tiempo murió su madre doña Blanca y su padre, el rey Sancho III de Castilla “el Deseado”, cuando el niño apenas contaba con tres años de edad.

Por aquel entonces Castilla y León estaban divididos en dos reinos siendo el rey leonés Fernando II, tío de nuestro Alfonso. La situación castellana era muy complicada pues a Castilla la ansiaban los leoneses por el oeste, el rey Sancho VI de Navarra y Alfonso II de Aragón por el este, además de los almohades que amenazaban por el sur, pero quizá el principal problema estaba en el interior pues las dos familias más poderosas del reino, los Lara y los Castro, estaban enfrentadas.

Conocedor de esta situación, antes de morir el rey Sancho III dispuso que el que había sido su propio ayo y tutor, don Gutiérrez Fernández de Castro, lo fuese también de su hijo Alfonso. Sin embargo no les dio a los Castro todo el poder pues la regencia del reino se la dejó a don Manrique de Lara, representante de la otra familia. Los Lara no se fiaban del rey de León y mucho menos de los Castro pues pensaban que podían influir para enfrentarles con Alfonso por lo urdieron un plan en el que consiguieron hacerse pacíficamente con el rey niño. Cuando los Castro se dieron cuenta de que habían sido engañados acudieron a León buscando ayuda del rey Fernando II que se creía con derechos sobre la corona de Castilla pues ya se otorgaba el título de Hispaniarum Rex.

Al conocer la alianza del rey de León con los Castro, los Lara se replegaron con la intención de darles tiempo a pensar una maniobra y en espera de la decisión del rey leonés llevaron al niño rey hasta Soria, probablemente seguros de la lealtad de los sorianos y por ser el punto castellano más alejado de León. Sabemos que en ese tiempo Alfonso VIII se alojó en las casas de los Santa Cruz, parientes de los Lara y leales a su causa.

Fernando II de León acudió a Burgos donde se celebraban Cortes y exigió a los Lara la entrega del niño bajo la promesa de que se convertiría en el tutor de su sobrino si bien parece seguro que sus intenciones eran otras, como mínimo la de convertir a Alfonso en vasallo suyo aunque hay fundadas sospechas para pensar que podría haberle mandado asesinar pues sin lugar a dudas esa era la mejor solución para él y sus aspiraciones. Los Lara se negaron a entregar al niño y no revelaron el lugar en el que lo escondían si bien los espías del leonés localizaron al niño rey en el barrio de la Santa Cruz de Soria a donde el de León acudió con su ejército.

En el año 1162 el rey Alfonso era un despreocupado niño de siete años más pendiente de sus juegos junto al Duero que de los asuntos de estado. Su responsable y tutor de entonces don Pedro Núñez de Fuentearmegil de la casa de los Santa Cruz, al enterarse de la inminente llegada del rey de León decidió huir apresuradamente con el niño. Llegó primero a San Esteban de Gormaz y de ahí a Atienza donde se lo entregó a los Lara diciéndoles “Libre os lo damos, guardadle libre”.

Apenas sabemos nada de la Soria de la época pero estamos convencidos de que toda la población sería consciente de los riesgos que habían asumido cobijando al rey de Castilla y que algunos lo pagaran caro, razón por la que ya pasado el peligro, el rey Alfonso VIII no olvidó los favores recibidos y concedió a Soria un trato preferente y varios honores de lo que ya hemos hablado y de los seguiremos hablando.


Escultura de Alfonso VIII obra de Federico Collaut Varela (1972) para la fachada principal de la Diputación provincial de Soria.

07/10/1865 ~ Fundación del Círculo de la Amistad en Soria.

Aquella Soria decimonónica veía transcurrir la vida con monotonía, soñando con que alguna vez ese ferrocarril que ya cruzaba por el sur de la provincia pudiera llegar hasta la capital, pero más interesada por problemas del día a día como la escasez de agua para beber, el pequeño tamaño del cementerio del Espino que se había quedado pequeño o la escasa iluminación nocturna de la ciudad que el alcalde don Hilarión no acababa de solucionar, o la decadencia de la que fue notabilísima institución de los Linajes que agonizaba sus últimos momentos con la mayor parte de sus antiguos componentes convertidos en anónimos ciudadanos dedicados al trabajo manual.

La oferta de ocio de la ciudad era muy exigua. Sabemos que al menos desde esa fecha ya funcionaba el Trinquete de la calle Zapatería, que había un puñado de tabernas y alguna cafetería en la que hasta vendían helados, pero los sorianos (suponemos que exclusivamente los de género masculino) acostumbraban a pasar sus ratos de ocio uniéndose en círculos y sociedades de recreo como el Círculo de la Constancia, el Casino Numancia o el casino “Recreo de los Artistas” que desapareció por causas desconocidas. Buena parte de sus antiguos socios manifestaron interés en crear una nueva sociedad de recreo y fundaron el Círculo de la Amistad cuya acta fundacional lleva fecha de 7 de octubre de este año.

Su primer presidente fue don José María Golmayo e instalaron su sede en el Collado, en la planta baja del inmueble en el que desde 1849 estaba asentado el Casino Numancia.

Ambas sociedades fueron independientes durante mucho tiempo compartiendo ideario y unos muros que han acogido a muchas generaciones de sorianos y han sido testigos de muchos ratos de ocio, pero también de cultura, de formación, de negocios, de juegos ilegales y, tal vez, de ceremonias masónicas.

En el siglo XX ambas sociedades acabaron fusionándose en una que es la que sigue perdurando en la actualidad como Círculo Amistad Numancia.
 

Salón del Casino Numancia (Soria).

05/10/1910 ~ Antonio Machado emprende viaje para conocer la Comarca de Pinares y el nacimiento del Duero.

Antonio Machado llevaba tres años viviendo en Soria, un periodo que en opinión de muchos biógrafos fue el más feliz de su vida. En ese tiempo el poeta ya se había casado con Leonor, daba clases y empleaba su tiempo libre en pasear, leer, escribir y colaborar con la sociedad soriana como ponente en charlas o escribiendo en la prensa provincial. Algunos sorianos le veían como un hombre culto siempre dispuesto a echar una mano, pero otros recelaban de él o directamente le desprecian desde que unos meses antes publicase el poema “Por tierras del Duero” en el que algunos se vieron insultados.

Suponemos que Antonio Machado en estos primeros días de octubre estaría muy ocupado con el comienzo del curso y el homenaje a Pérez de la Mata, pero por su cabeza también rondaba la idea de organizar una excursión para conocer la zona de Pinares. El 5 de octubre y acompañado del catedrático de Filosofía del Instituto, Francisco Santamaría Ezquerro, partió de Soria a Cidones en el coche correo. De ahí se dirigirían por La Muedra, Vinuesa, Molinos, Salduero, Covaleda y Duruelo, de donde parece que accedieron por Urbión hasta la Laguna Negra.

Aquel paisaje mezclado con el conocimiento de alguno de los recientes crímenes cometidos en la zona, parece que le inspiraron para escribir el poema La Tierra de Alvargonzález que apareció publicado dos años después.

Laguna Negra (Soria).

03/10/1693 ~ Nuevo hospital en El Burgo de Osma para combatir las epidemias.

El Burgo de Osma contaba con un hospital desde que el obispo Pedro García de Montoya lo fundase en la calle Mayor en 1464, pero más que un centro asistencial como lo entendemos en la actualidad aquel era más bien un albergue para cobijar a pobres, transeúntes y peregrinos.

Nueve años antes una epidemia de peste en la villa burgense hizo ver la necesidad de construir un nuevo hospital en la villa, y preferentemente extramuros pues además de la conveniencia epidemiológica para prevenir contagios, no se alarmaría a la población como en aquella ocasión en la que la mortandad fue tan elevada que los sacerdotes del pueblo acudían a dar los últimos sacramentos con el viático escondido para no alarmar más a los vecinos.

La necesidad de dotar a la villa de esa instalación no era generalizada entre los canónigos y el asunto quedó aparcado durante algún tiempo pero finalmente el 3 de octubre de 1693 el obispo Sebastián Arévalo comunicó al Cabildo su deseo de construir un nuevo hospital en El Burgo de Osma para lo cual destinó sus propios recursos económicos. En principio el lugar elegido para construirlo fue un lugar inmediato a la ermita de la Vera Cruz, si bien la falta de agua les hizo desechar esa implantación.

Pero la decisión de construir el hospital se había tomado y siguieron buscándose alternativas, encontrándose al año siguiente ya la definitiva cuando el obispo anunció que se construiría en una finca propiedad de la Catedral conocida con el nombre de Nuestra Señora del Espino. Las obras de construcción comenzaron de inmediato, inaugurándose en 1701 el nuevo hospital de San Agustín.

Además del interés asistencial del centro, la disposición arquitectónica del nuevo edificio marcó el desarrollo urbanístico de la villa pues aunque se situó extramuros determinó el desarrolló urbano de la nueva plaza Mayor que se guió por el eje de su fachada principal, y por lo tanto de todo el centro urbano.


Fachada principal del antiguo hospital de San Agustín en la calle Mayor de El Burgo de Osma (Soria). Fuente foto: guiadesoria.es

02/10/1628 ~ Declaración de Saturio como abogado y patrón de los sorianos.

Hoy, 2 de octubre, sólo podemos hablar de una efeméride y es que es la festividad del patrón de la capital, un título tan tradicional y asimilado que puede darnos la impresión de que lo ha disfrutado desde siempre. No es así y hoy vamos a hablar de esta concesión que tiene una fecha bien conocida.

En 1628 la devoción por el santo en Soria estaba ya muy extendida y desde hacía algún tiempo se celebraban fiestas en su honor con un programa de actos religiosos y tal vez profanos, pero oficialmente el santo Saturio todavía no era patrón de los sorianos. Esta situación cambió en ese año cuando los sorianos de la época decidieron otorgarle esa distinción, de lo que no tenemos noticias oficiales pues sólo lo conocemos indirectamente a través de algunos acuerdos que tomaron los hidalgos de Los Doce Linajes y los que reflejaron en sus actas los canónigos de San Pedro.

Con estas informaciones se puede decir que el Ayuntamiento tomó el acuerdo de nombrar a San Saturio patrón de Soria para lo que solicitó la colaboración de las diferentes comunidades de la ciudad. El 2 de octubre de este año el nombramiento se hizo público cuando Miguel de la Peña, escribano del concejo, subió al púlpito de la colegiata de San Pedro durante la solemne función religiosa y allí anunció el acuerdo de la declaración de Saturio como abogado y patrón de los sorianos:

«En esta ciudad de Soria, cabeza de provincia, a gloria y honra de Dios Nuestro Señor, por las muchas mercedes que tiene recibidas de su Divina Majestad por los méritos e intercesión de San Saturio (cuyas reliquias están sobre el altar mayor, desea recibirle por su Patrono y Abogado, para en sus necesidades tener a quien acudir y mandar».

Tras la declaración se tocaron las chirimías y el órga­no, finalizando con la interpretación de un villancico. Por la tarde se procesionaron los restos del santo por las calles de Soria, lo que parece fue la primera vez que se hizo, y que fue portado y escoltado por un escuadrón de labradores, lo que constituye la primera referencia de lo que después sería la cofradía de los Heros.

El nombramiento del patronazgo se celebró también por todo lo alto con un completo programa de actividades profanas en los que hubo luminarias, procesión, juegos de cañas y corridas de toros. Sabemos que al menos desde dos años antes se celebró la festividad del santo con actos religiosos, pero en cuanto a actos profanos, con seguridad sólo lo sabemos desde este año por lo que podríamos decir que las fiestas de San Saturio comenzaron a celebrarse desde ese año.


Procesión de San Saturio en 1938 en un recorrido diferente al actual por la calle Tejera a la altura de la calle Numancia. Fotografía de autor desconocido, JCyL AHPSo nº 6830 (archivo Sancho López Sánchez).

01/10/1659 ~ Fallece el obispo Juan de Palafox y Mendoza.

A lo largo de la primavera el obispo Palafox, que antes había sido arzobispo y virrey en Méjico, sufrió una intensa crisis de las fiebres tercianas que ya padecía, tan grave que presintió la inminencia de su muerte y mandó que elaborasen ya su lápida funeraria en la que sólo quedó en blanco la fecha de su muerte. En junio redactó su testamento aunque apenas tenía bienes materiales, sólo deudas y lo básico para malvivir, pero dejó dispuestas las instrucciones de lo que debía hacerse con sus restos al morir y que se reducían a ser enterrado en la parte más pobre de la catedral burgense, allí donde se enterraba a los pobres y donde todos pisasen su lápida aunque también disponía que antes de ser enterrado le sacasen del pecho el corazón y lo pusieran en una placa de plata con los nombres grabados de Jesús, José y María.

Finalmente, a las 12.30 del día 1 de octubre de 1659 y acompañado de dos pobres y del relicario con la cabeza de San Pedro de Osma, el obispo Juan de Palafox y Mendoza murió. El clero y en general todo el pueblo burgense le consideró ya un santo y decidieron desobedecer los deseos del obispo en cuanto a su enterramiento y le sepultaron en la capilla mayor de la catedral de donde pasó a su ubicación actual en la capilla construida exclusivamente en su honor.

Pronto se inició su proceso de canonización que desde el principio causó una gran controversia. Por una parte sus defensores alabaron sus virtudes recogidas en sus libros y en los actos de caridad que realizó como obispo de Puebla de los Ángeles donde destacó como defensor de los derechos humanos de los indígenas y donde fundó la primera biblioteca de América. Sus enemigos, sobre todo los jesuitas, le acusaron de hereje, alumbrado e iluso, falso devoto e hipócrita” en los tribunales inquisidores de Roma, Madrid y Méjico, y consiguieron que algunos de sus libros estuvieran prohibidos durante algún tiempo.

En 2011 el proceso de canonización dio un gran paso adelante, pero no el definitivo, siendo entones declarado beato.
 

Litografía de Juan Palafox y Mendoza en la obra Autores Españoles.


sábado, 24 de septiembre de 2016

30/09/1943 ~ Inauguración de Teatro-Cine Avenida en la capital.

El 30 de septiembre, víspera de las fiestas de San Saturio, y con un gran concierto sinfónico ofrecido por la orquesta de “Educación y Descanso” de Madrid, los hermanos Carnicero inauguraron en el centro de Soria el Teatro Cine Avenida, un lujoso establecimiento con capacidad para mil ciento sesenta espectadores que fue ideado por el arquitecto Fernando Dampierre tres años antes, un teatro moderno, lujoso, cómodo y funcional calificado entonces como la envidia de España y que fue motivo de orgullo para los sorianos.

Según dice Joaquín Alcalde en su blog el acto de inauguración contó con la presencia masiva del público que acudió para escuchar un completo programa de música de Beethoven, Schubert, Carlis, Sibelius, Falla, Albéniz y Usandizaga, oferta que se completó al día siguiente con una representación teatral.

Sustituyó al Teatro Principal ubicado en el propio ayuntamiento de la ciudad, y complementaba la oferta cinematográfica ofrecida en Soria que disponía además de otros dos cines el Ideal, ubicado en un edificio del Collado que ya no existe más o menos sustituido por el que ahora alberga las oficina de Heraldo de Soria, y el cine Proyecciones, en los bajos del palacio de los Condes de Gómara.


Escenario del Teatro Cine Avenida de Soria en 1943. Fondos fotográficos de JCyL AHPSo 7051, archivo Saturio Carnicero.

29/09/1633 ~ Tirso de Molina comendador del convento la Merced de Soria.

En esta fecha fray Gabriel Téllez (1583-1648) fue nombrado comendador del convento de la Merced en Soria, cargo que ejercerá durante dos años. Así dicho la noticia puede resultar un tanto anodina pero si decimos que fray Gabriel era escritor y que firmaba con el seudónimo de Tirso de Molina, la noticia adquiere otro cariz.

Y es que, efectivamente, el genial dramaturgo del siglo de oro era en esa época ya un reconocido autor de comedias y fue precisamente en estos dos años cuando se publica la mayor parte de su obra, lo que puede hacernos pensar que parte de su prolífica obra literaria la escribió en los muros del convento soriano.

Escribía fundamentalmente comedias al gusto de la época, con enredos, de costumbres en las que alternaba temas populares con dosis de humor en las que manifestaba su vasta cultura.

No tenemos la seguridad de que realizase grandes aportaciones al convento que dirigía pero Nicolás Rabal afirmó que suya fue la responsabilidad de construir el camarín de la Virgen y las bóvedas de la iglesia, si bien es posible que su proyecto se quedase en esa fase o que se iniciase y se realizase muy lentamente pues sabemos con seguridad que las pinturas del camarín -obra de Juan Zapata, el pintor de las pinturas murales de la capilla de San Saturio- fueron realizadas entre 1700 a 1704.

En febrero de 1648 fray Gabriel fue llamado por sus superiores a Madrid a donde partió, probablemente enfermo, pues tuvo que detenerse enseguida, a su paso por Almazán donde se cobijó en el convento que tenía su orden en la villa. Allí su estado de salud empeoró. Se calcula que fue el 12 de febrero cuando murió y fue enterrado en el cementerio monacal.

Alguna vez hemos pensado en la conveniencia de poder identificar la sepultura del escritor para dotar a Almazán de un atractivo turístico más, pero después de comprobar lo que ha pasado con los supuestos restos de Cervantes pensamos que lo más acertado será dejar los restos de Tirso reposar para siempre.


En la sala Cervantes de la Biblioteca Nacional se conserva este retrato de Tirso de Molina que, al parecer, se trajo desde el convento soriano de la Merced por lo que cabe suponer que pudo ser coetáneo y realizado por alguien que le conoció. 

28/09/1898 ~ Fallece Nicolás Rabal

En esta jornada de hace ciento dieciocho años falleció Nicolás Rabal y Diez, un personaje clave de la vida social y cultural de la provincia en la segunda mitad del siglo XIX pues fue director y catedrático del Instituto, presidente del Casino Numancia y del Ateneo de Soria, pero sobre todo es conocido hoy por ser el autor de varias obras históricas y arqueológicas sobre Soria.

Nicolás Rabal nació en Cirujales del Río (Soria) en 1840 donde cursaría sus primeros estudios. A los seis años se marchó a Soria a vivir con su tío Francisco Antonio Martínez, cura párroco de El Espino, para seguir estudiando si bien acabó el bachillerato en El Burgo de Osma. Allí cursó estudios de Teología que completaría en Madrid y Valencia donde comenzaría los de Filosofía y Letras que era lo que a él el gustaba pero que tuvo que estudiar a escondidas pues no contaba con el apoyo de su familia, obteniendo el doctorado de esta disciplina en 1865, año en el que obtuvo por oposición la Cátedra de Latín del Instituto de Tudela. Tras su toma de posesión desde ahí pasó al de Lorca y meses después consiguió optar a la cátedra de Retórica y Poética del Instituto General y Técnico de Soria donde se asentará profesionalmente y llegará a ser su director.

Además de participar activamente en la vida educativa de la ciudad Nicolás Rabal se implicó en muchos proyectos como el de presidir el Casino Numancia y el Ateneo de Soria, pero sobre todo se dedicó a estudiar, a escribir, a viajar por la provincia y a recoger todo su saber en artículos de opinión, folletines y libros. De entre todos el más conocido es el llamado “Historia de Soria” aunque no sea ese su verdadero nombre.

Fue en 1889 cuando salió a la calle el volumen correspondiente a la provincia de Soria de la serie “España. Sus monumentos y artes, su naturaleza e Historia” de la editorial barcelonesa de Daniel Cortezo quien le encomendó a Rabal la tarea de escribirlo. Desde el primer momento esta obra se convirtió en una de las referencias básicas en cualquier biblioteca soriana y aunque en muchos aspectos ha sido superada, en conjunto sigue siendo una obra fundamental para el conocimiento de la provincia de Soria.


Retrato, atribuido a Isidro Gil, y firma de Nicolás Rabal en las primeras páginas de la Soria de Daniel Cortezo.

viernes, 23 de septiembre de 2016

27/09/1977 ~ Fundación del Centro asociado de la Universidad Nacional a Distancia en Soria.

La posibilidad de poder estudiar una carrera universitaria a cualquier edad, estudiando (y mucho) pero sin tener la obligación de ir (casi) a clase con lo que ello conlleva (cambio de domicilio, transporte…) resulta una alternativa universitaria muy interesante, por eso cuando hace cuarenta años se consiguió traer la UNED a muchos sorianos les cambió la vida.

Pero el proceso no fue fácil y estuvo sujeto a unas duras negociaciones llevadas a cabo principalmente por el que fue su primer director, Manuel Núñez Encabo, que pudo lograr que en tal día como hoy de 1977 (hay quien ha apuntado que sucedió dos días después, lo que no hemos podido confirmar) se fundo el Centro asociado de la Universidad Nacional a Distancia en Soria mediante la firma en Madrid de un convenio entre Juan Sala de Pablo, presidente del patronato del CUS, y de Juan Díez Nicolás, rector de la UNED.

Unas semanas después se inauguró el primer curso de la UNED con asistencia del Subsecretario del Ministerio de Educación que asistió a la creación de su patronato y nombramiento de cargos directivos. En aquella época impartían clases entre otros Manuel Núñez Encabo, Juan José Lucas, Juan Ignacio Sáenz-Díez de la Gángara, Encarnación Redondo, Jesús Martínez Velasco, Emilio Ruiz... Las carreras ofertadas eran Derecho, Empresariales, Económicas, Ciencias Físicas, Matemáticas, Química, Filosofía y Ciencias de la Educación, Profesores Mercantiles y el curso de acceso a la universidad para mayores de 25 años.


Casa de la Tierra de Soria, edificio sede la Mancomunidad de los 150 pueblos y de la UNED de Soria. Fuente foto: UNED-Soria.

26/09/1936 ~ Creación del Batallón Numancia formado por voluntarios sorianos, riojanos y navarros.

Poco más de dos meses después inicio oficial de la Guerra Civil los antifascistas sorianos exiliados que estaban en el bando leal a la República se agruparon para luchar y en esta fecha quedó oficialmente constituido en Madrid el Batallón Numancia formado por voluntarios sorianos.

El principal promotor de esta iniciativa fue el diputado del Frente Popular Benito Artigas Arpón que huyó de Soria a Madrid el 21 de julio para salvar la vida. Al poco tiempo cuando ya se pudo comprobar que la guerra era inevitable, Artigas se unió a un grupo de paisanos residentes en Madrid o que habían escapado del bando sublevado, sorianos como el socialista Carlos García Benito o Miguel Ranz, de Izquierda Republicana, y en varias reuniones celebradas en el Café Cristina acordaron realizar una serie de acciones conjuntas. En primer lugar tomaron posesión oficial de la Casa de Soria en Madrid y se agruparon en un comité de milicias sorianas formado por un representante de cada uno de los partidos políticos de izquierda y de los sindicatos que había entonces en Soria. Para sufragar los primeros gastos obtuvieron un donativo de 2.000 pesetas (12 euros) donados por Epifanio Ridruejo Botija, un soriano de nacimiento residente en Madrid y republicano moderado que era entonces director del Banco Español de Crédito. También consiguieron unas 100.000 pesetas (600 euros) que obtuvieron por la venta de bienes incautados en Madrid al Vizconde de Eza de quien no se ha podido confirmar si estaba entonces en Madrid y si le sacaron dinero a la fuerza o si le incautaron sus propiedades mientras estaba a salvo en el otro bando.

Lo cierto es que con unos seiscientos voluntarios principalmente de Soria pero al que se le unieron otros doscientos voluntarios de La Rioja y Navarra, formaron un Batallón de unos ochocientos hombres que acabaron integrados en el Batallón nº 3 de la 66 Brigada Mixta del Ejército Republicano que pronto prestó sus servicios en el frente de Guadalajara. Uno de los integrantes más conocidos de esta fuerza fue el teniente Juan Antonio Gaya Nuño, y otro no más pero sí mejor conocido fue Baldomero Peralta, un albañil de la CNT fallecido en Soria hace pocos años, un hombre íntegro y fiel a sus ideales que más que un capítulo merecería un biografía para él sólo, pero eso lo dejamos para otra ocasión.


Juan Antonio Gaya Nuño a la izquierda con el uniforme de oficial del Batallón Numancia. A la derecha Baldomero Peralta (2009) junto al Casino de Soria.

25/09/1619 ~ Fallece en Roma el primer castrati español, oriundo de Langa de Duero.

El 25 de septiembre falleció en Roma el músico Francisco Soto de Langa.
                        
Francisco Soto de Langa fue sacerdote, pero sobre todo un destacadísimo músico, cantor y compositor nacido en Langa de Duero en 1535 y que se convirtió en el primer castrati español que ingresó como soprano en la elitista y restringida capilla sixtina del Vaticano, y especialmente restringida para las mujeres pues allí sólo entraban hombres, por lo que eran los castratis los únicos que podían ofrecer su voz en registro de soprano o contralto.

En esta capilla fue maestro y llegó a ocupar el cargo de deán hasta su muerte. Además de ser uno de los más populares cantantes del Vaticano en su época, como compositor llegó a componer algunas canciones de carácter popular y otras piezas indeterminadas ya que su carácter humilde le impedía firmar muchas de las obras publicadas si bien se conoce que fue el autor de las “Laudi spirituali”. Fue compañero de Tomás Luis de Victoria y coetáneo de Palestrina a quien probablemente conoció.

Vista de Langa de Duero (Soria).
Fuente foto: sorianitelaimaginas.com 

24/09/1979 ~ Casi cuarenta años tramitando la declaración de Monumento Nacional a la ermita del patrón de Soria.

Hoy, que al menos en lo canónico comienzan las fiestas del santo Saturio con el inicio del rezo de su novena, recordaremos también otra efeméride relacionada con la ermita de santo y es que tal día como hoy de 1979 se incoó el correspondiente expediente para la declaración de la ermita como Monumento Nacional.

No haremos hoy la descripción que solemos hacer del monumento citado pues creemos que la ermita es de sobra el monumento más conocido y visitado por sorianos y forasteros, pero no nos ahorraremos críticas pues resulta increíble que después de casi cuarenta años el expediente siga sin estar finalizado. Evidentemente es una cuestión simbólica pues la mera incoación de un edificio como Bien de Interés Cultural (BIC) asegura su protección exactamente igual que si ya estuviese declarado, pero es que sorprende que en todos estos años responsables del Ministerio de Cultura y de la Junta de Castilla y León de un partido y del otro, hayan omitido gestionar adecuadamente el trámite, máxime si se comprueba como otro expedientes abiertos mucho más tarde fueron solucionados en muy poco tiempo.

Es inevitable pensarlo, pero está claro que ser soriano significa estar marginado y hacerlo en algo tan simbólico como es la ermita del patrón no hace más que aumentar ese sentimiento.


Vista de la ermita de San Saturio desde el cerro del Castillo (Soria).

jueves, 22 de septiembre de 2016

23/09/1778 ~ Francisco Sabatini llega a El Burgo de Osma a petición de Carlos III.

Desde que el obispo Eleta consiguiera captar el interés del rey Carlos III en la canonización de quien fue su predecesor en el obispado de Osma, Juan de Palafox y Mendoza, las obras y reformas en la catedral burgense experimentaron un espaldarazo definitivo, especialmente  la capilla de Palafox a la que el rey confirió la dignidad de capilla real entregando además mil doblas de oro que permitieron construir esa dependencia con lujosos mármoles de Espeja de San Marcelino, Espejón y Cantalucia, así como con ricos bronces, pero el patronazgo real consiguió también que los grandes arquitectos del barroco trabajasen en la catedral de El Burgo.

En 1778 en la catedral se estaba trabajando en plena efervescencia para construir una nueva sacristía mayor y la capilla de Palafox. El autor de los planos fue el arquitecto Juan de Villanueva pero el encargado de la ejecución de la obra fue Ángel Vicente Ubón que murió repentinamente a mediados de agosto. Como éste no se había ajustado totalmente a los planos de Villanueva, el rey Carlos III encargó al italiano Francisco Sabatini (su arquitecto de confianza, autor de la puerta de Alcalá, del palacio del Pardo, de San Francisco el Grande…) que revisase la obra de la catedral burgense.

Sabatini llegó a la villa tal día como hoy de 1778 y creemos que el encargo no fue de su gusto pues su conducta fue como poco, bastante prepotente pues se negó a entrevistarse con los miembros del Cabildo alegando que estaba ocupado y por que su conclusión fundamental fue declarar la obra ya realizada como de riesgo inminente de desplome sobre la capilla mayor, lo que es imposible saber pero lleva a pensar que las relaciones personales y profesionales entre los arquitectos de la corte Villanueva y Sabatini eran malas.

Sabatini regresó a la corte, informó al rey y le solicitó un nuevo plan, pero exigiendo que el nuevo director técnico de la obra fuese el arquitecto Luis Bernasconi, que se hará cargo de la obra a partir del año siguiente. Sabatini finalmente respetó parte de los que ya estaba realizado correspondiendo exclusivamente a sus planos la construcción de la cúpula de la capilla de Palafox.


Capilla de Palafox en la catedral de El Burgo de Osma (Soria). 
Fuente foto: arm-resturacion.es

22/09/1690 ~ La reina da el visto bueno a un nuevo convento en Soria y pide explicaciones al obispo.

Dos años antes, en 1688, los frailes carmelitas iniciaron las gestiones para fundar en Soria un monasterio masculino de esta orden que ya tenía uno femenino, a lo que la ciudad, el cabildo de San Pedro y el de canónigos regulares dieron su visto bueno, pero no así el resto de monasterios masculinos de la ciudad cuyos frailes se oponían pues pensarían que ya había mucho gallo en este gallinero.

Los carmelitas se habían dirigido al obispo de Osma (Sebastián Arévalo, fraile franciscano y por lo tanto cabe suponer que como sus hermanos poco proclive a la instalación de más frailes en la ciudad) quien no decía ni sí ni no pero que ponía todas las trabas posibles. Ante la falta de una respuesta concreta intervinieron las autoridades civiles y así la Ciudad trató de vender a resistencia del obispo solicitando su intercesión al papa Inocencio XI, que no contestó, y la de la reina madre que sí lo hizo dando su aprobación al proyecto y escribiendo tal día como hoy una carta al obispo en la que le pedía explicaciones.

Una cosa era dar largas a los frailes y a la Ciudad pero a la reina no podía negarse, por lo que el obispo se defendió argumentando que él no ponía pegas, que eran el restos de frailes de la capital los que argumentaban que “la penuria de los tiempos podían ser mayores con el aumento de esta fundación”.

La fase burocrática del proyecto se alargará muchos años y el obispo no llegó a dar su autorización pero al final hubo y hay en Soria convento carmelita.


Iglesia y convento masculino de los carmelitas desde la torre de los Condes de Gómara (Soria).

martes, 20 de septiembre de 2016

21/09/1859 ~ El Ayuntamiento de Soria solicita parte en la propiedad de Valonsadero.

Desde que veintitrés años antes se abolieron las tradicionales instituciones de gobierno, la de los Linajes estaba destinada a desaparecer pero sus escasos miembros se resistían a ser suprimidos y a ceder todo su patrimonio. Aquella institución que fue la envidia de Castilla había perdido casi todo su esplendor y la mayor parte de sus hidalgos miembros eran entonces ciudadanos corrientes, muchos de ellos empobrecidos, que contemplaban languidecer la institución sin demasiado interés.

Hasta entonces habían sido desposeídos en dos ocasiones de su patrimonio pero recurriendo lo habían recuperado. En esta fecha el Ayuntamiento de la ciudad volvió a solicitarles la entrega del tercio de propiedad de la dehesa y monte de Valonsadero pero como se negaron tuvieron que acudir a los tribunales de justicia que finalmente fallarán a favor de los intereses municipales.

A recordar que hasta 1664 el monte era de los Linajes y del Común pero desde esa fecha se introdujo un nuevo dueño, la Ciudad o el Ayuntamiento. Al desaparecer el Común en 1836 éste fue absorbido por el Ayuntamiento sin problemas, con lo que la ciudad ya tenía dos tercios, y comenzó a pleitear hasta conseguir el tercio que les faltaba.

En la práctica la sentencia supuso el fin de la institución de los Doce Linajes pues ya no tenían ingresos propios y su ya escaso patrimonio tuvo que ser empleado para pagar las costas del juicio y las indemnizaciones a las que fueron condenados.


Escudo de los Linajes de Soria. Foto tomada de Descripción histórica del Obispado de Osma con el catálogo de sus prelados (Tomo II, Madrid 1.788) de Juan Loperráez y Corvalán.

20/09/1929 ~ Construcción del primer edificio destinado a colegio en Soria.

Una de las necesidades de la ciudad de Soria en los años veinte estaba motivada por la escasez de plazas escolares públicas o privadas que además compartían el estar ubicadas en edificios antiguos mal acondicionados para uso escolar. Conscientes de este problema las autoridades locales llevaban años ofreciendo al Ministerio de Instrucción Pública un solar en la cuesta de la Dehesa Serena para que construyera un colegio pero tuvieron que esperar a que éste aceptara el ofrecimiento en 1927 y autorizaran la construcción del primer colegio diseñado desde el principio para ser un centro educativo, lo que fue una ventaja para el arquitecto del proyecto Sr. Muro Antón quien ideó un edificio funcional, cómodo y moderno que disponía de innovaciones técnicas de la época (por otra parte ya empleadas desde tiempos de los romanos) como aseos con abundante agua corriente, calefacción, grandes ventanales que le daban una gran luminosidad y ventilación, zona de juegos y un gran parque anexo. El proyecto inicial incluía además un anexo de Ramón Martiarena que pretendía construir en las inmediaciones un bloque de viviendas para los maestros pero que no se llegó a construir.

La construcción del colegio, ya bautizado oficialmente con el nombre del pedagogo soriano “Manuel Blasco” fue subastado públicamente tal día como hoy de 1929 y se encomendó por algo más de 230.000 pesetas (unos 1.400 euros) al contratista Patricio Martínez Angulo que inició las obras en marzo de 1930 y las concluyó cuatro años después.

En el último número de nuestra revista Arevacon dedicado a la arquitectura moderna del siglo XX en Soria se incluye un interesante análisis arquitectónico de este edificio escrito por Miguel de Lozar y Monserrat Carrasco, un ejemplar que no puede faltar en la biblioteca de cualquier soriano que tenga interés por este tema y al que remitimos para quien quiera saber más.

Alzados del proyecto original del primer colegio en Soria de Joaquín Muro. Tomados de la publicación de M. Carmen Calvo Villar “Más de Cien años de Historia de las Escuelas de Soria (1812-1936)”. Ochoa editores, Soria 2002.

domingo, 18 de septiembre de 2016

19/08/1571 ~ Constitución de un patronato formado por los familiares de Barrionuevo y los corregidores de Soria para cumplir los deseos testamentarios del explorador de la Indias.

El capitán Francisco de Barrionuevo, capitán soriano y explorador en las Indias, hizo una pequeña fortuna que en cumplimiento de sus deseos testamentarios fue destinada para que en Soria se fundase un monasterio de monjas bajo la advocación de la Inmaculada Concepción y bajo una serie de condiciones: debía estar formado por diez monjas con o sin dote de las que al menos ocho debían ser de su linaje, el Barrionuevo, y dos de ellas del linaje de su esposa, doña Elvira de Manzorro; que debía haber tres capellanes que cobrarían el salario acostumbrado en la ciudad y que dirían misas por su alma, las de sus familiares e indios a su cargo. Pero además de la función religiosa este monasterio tenía como objeto el de ser asilo de hasta diez pobres hidalgos teniendo preferencia los de su linaje pero pudiendo ser ocupado por alguno de los otros once si había alguna plaza libre.

Para administrar el monasterio y sus funciones Francisco de Barrionuevo dispuso la fundación de un patronato formado por familiares suyos así como los corregidores de Soria. Dicho patronato fue autorizado por un auto del Consejo Real de tal día como hoy de 1571 en el que se disponía su constitución y miembros entre los que se incluía a don Juan de Barnuevo, cuñado del fundador, el corregidor de Soria don Juan de Salazar, los regidores Jorge de Beteta y Antonio Beltrán, y el guardián de los franciscanos fray Francisco de Morales, que quedaron encargados de redactar unos estatutos sobre el funcionamiento puntual del centro que todavía tardó años en ser totalmente construido.

El convento fue habitado por monjas concepcionistas pero lo abandonaron poco tiempo después, en 1614, al parecer debido a la escasa renta que percibían lo que se agravó con uno o varios incendios que sufrió lo que provocó varios desencuentros entre las monjas y los descendientes del fundador que tuvieron que dirimir los tribunales. Al final de la Guerra de la Independencia fue uno de los edificios destruidos por Durán para evitar que si los franceses regresaban a Soria se hicieran fuertes pero la destrucción debió ser parcial pues consta la presencia de monjas en 1841. Finalmente el monasterio fue abandonado tras los procesos de desamortización y comprado por un particular que le dio varios usos. Sus ruinas y el solar fueron lugar donde se instaló la parada de sementales del ejército, mercado, almacén, feria y cuartel de bomberos.

Actualmente el solar está ocupado por el colegio de las madres Escolapias y la fachada oriental de su iglesia, en la que estaba la portada hoy en el cuartel de la policía local, corresponde más o menos al medianil entre el colegio y el edificio del Espolón 10.


Vista aérea del paseo del Espolón hacia 1975 tomada del periódico Soria Semanal de fecha desconocida en la que se ve el solar hoy ocupado por el Espolón 10 y la fachada del antiguo monasterio.