El 17 de septiembre de 1315 doña Magdalena Fernández vendió al obispo
seguntino don Simón el castillo, términos, ríos, molinos, viñas y aldea de Xuera (Jubera) por ocho mil maravedíes
pues el obispo quería que sus fieles de la comarca tuvieran un castillo donde
recogerse en caso de guerra. El documento de compraventa añade detalles como
que por aquel entonces en Jubera no vivían más que moros y algún judío.
Esta pasa por ser la primera referencia escrita de
Jubera aunque parece que el poblado al que hacía referencia no era el actual
sino el que existió junto al castillo arruinado que hay en las inmediaciones
del pueblo.
Jubera es uno de los pueblos más desconocidos por
los sorianos en general. Situado en la vega del río Jalón entre Arcos y
Medinaceli el poblado se sitúa junto a la antigua carretera nacional II y las
vías del ferrocarril, muy cerca de la antigua calzada romana.
El topónimo se ha relacionado con el latín iugarius (a su vez de iugum), yugo, aunque cada vez cobra más
fuerza la hipótesis que lo relaciona con una antigua población íbera
documentada en la cuenca del Ebro y llamada Ubeda,
y que luego quedó arabizada en Jubera. Aquel primitivo núcleo de población
situado junto al castillo iría extendiéndose hasta el río y parece haber estado
formado exclusivamente por moriscos y judíos hasta finales del siglo XV pero
como un barrio dependiente de la población que habitaba el Castillo pues no fue
hasta los últimos años del siglo XVIII cuando el obispo de Sigüenza se propuso
dar entidad de poblado al conjunto de casas que había surgido junto al Camino
Real donde ya existía una ermita dedicada a los Santos Mártires y solicitó
construir un mesón que aliviase las necesidades de los viajeros y la miseria de
los habitantes del entorno. El obispo pagó la construcción de veinticuatro
casas, todas iguales y nobles, el mesón, dotó a la ermita de espadaña
confiriéndole además la categoría de parroquia, dio tierras a sus habitantes y
nombró un alcalde.
Hoy Jubera es un
pueblecito casi abandonado como todos los de la provincia pero su excepcional
situación geográfica lo está convirtiendo en destino de fin de semana para
muchas familias madrileñas y zaragozanas que mantienen sus casas buen estado.
Pese a la distancia
desde la capital, el paisaje, la arquitectura y la historia de Jubera merece la
pena ser conocido y visitado, lo que puede ser una buena alternativa para un
fin de semana.
Iglesia de los Santos Mártires en Jubera (Soria). |
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