25/05/1954: Tras la guerra civil y la dura
postguerra, la economía del país comenzaba a desarrollarse muy despacio. Uno de
los sectores que comenzaba a asomarse tímidamente era el turismo. Entendido no
como el tránsito de ciudadanos ociosos sino como un motor de desarrollo económico.
Poco a poco van
surgiendo iniciativas privadas como la construcción de hoteles de categoría
superior a las fondas o pensiones, la edición de guías de viaje y postales
turísticas. También iniciativas públicas como la continuidad de los patronatos
de turismo, la creación de albergues, paradores y la construcción de oficinas
para atender a los turistas.
Estos cambios
de gran transcendencia económica y social fueron especialmente visibles en la
periferia peninsular, sobre todo en Levante cuyas playas fueron descubiertas
por los europeos. Pero también en recónditos lugares del interior como Soria
donde lo único que podíamos ofrecer al visitante se resumía en el eslogan
“Soria Románica remanso de paz”. En 1951 se inauguró el Hotel Florida donde
ahora está la comisaría, que junto con Las Heras y Comercio eran los
establecimientos más solicitados por los viajeros. Asimismo, el ayuntamiento
tomó acuerdos como el que queremos recordar hoy.
El 25 de mayo
de 1954, el ayuntamiento de la capital acordó entregar un pequeño solar de la
plaza de la Leña o de Ramón y Cajal al Ministerio de Información y Turismo para
que aquí se construyera una oficina de información. El Estado aceptó la donación
y de inmediato construyó una pequeña caseta que fue inaugurada al año
siguiente.
Oficina de Turismo de Soria en 1955. Fotografía atribuida a Tiburcio Crespo, JCyL AHPSo nº 2608, archivo Carrascosa. |
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