11/05/1717: La construcción
y dotación de la actual ermita de San Saturio se extendió a lo largo de buena
parte del siglo XVIII, ya que se fue realizando en función de los recursos
económicos. Razón que hizo que intervinieran un gran número de artistas arquitectos,
canteros, pintores y entalladores.
En esta fecha, el pintor soriano o avecindado en Soria
Bernardo Jalón presentó al Cabildo de San Pedro oferta para el pintado dorado y
estofado de la parte trasera del retablo camarín de la capilla de San Saturio
por un presupuesto de 1.200 reales. Finalmente, le fue adjudicada esa obra en
la que también colaboró el pintor Francisco Lázaro. El artista que diseñó el
camarín ideó una solución consistente en la colocación de un gran paño formado
por vidrieras de cristal emplomado que permitía la entrada de la luz natural
vespertina a la capilla en cuyo centro dos puertas permitían acceder a la
imagen del santo. Aunque desarrolla forma de retablo no puede considerarse así
pues aunque lo parezca no lleva altar. La mesa que hay en la sacristía no es un
ara al no disponer de reliquia alguna. Además, la estructura central entre estípites
de la parte inferior que asemeja un sagrario no es más que un adorno sin
apertura.
No sabemos si el que es el retablo mayor de la ermita fue
concebido inicialmente como lo conocemos por delante y por detrás o si esta
parte posterior le fue adosada en un proyecto diferente. Sin embargo, por el
aspecto de la parte posterior del retablo que permanece oculta, la buena
terminación de sus detalles y la calidad de las pinturas que ya no se ven,
podemos aventurar la segunda hipótesis.
Parte trasera del retablo-camarín en la sacristía
de la ermita de San Saturio (Soria).
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