martes, 10 de mayo de 2016

11/05/1717: La construcción y dotación de la actual ermita de San Saturio se extendió a lo largo de buena parte del siglo XVIII, ya que se fue realizando en función de los recursos económicos. Razón que hizo que intervinieran un gran número de artistas arquitectos, canteros, pintores y entalladores.

En esta fecha, el pintor soriano o avecindado en Soria Bernardo Jalón presentó al Cabildo de San Pedro oferta para el pintado dorado y estofado de la parte trasera del retablo camarín de la capilla de San Saturio por un presupuesto de 1.200 reales. Finalmente, le fue adjudicada esa obra en la que también colaboró el pintor Francisco Lázaro. El artista que diseñó el camarín ideó una solución consistente en la colocación de un gran paño formado por vidrieras de cristal emplomado que permitía la entrada de la luz natural vespertina a la capilla en cuyo centro dos puertas permitían acceder a la imagen del santo. Aunque desarrolla forma de retablo no puede considerarse así pues aunque lo parezca no lleva altar. La mesa que hay en la sacristía no es un ara al no disponer de reliquia alguna. Además, la estructura central entre estípites de la parte inferior que asemeja un sagrario no es más que un adorno sin apertura.

No sabemos si el que es el retablo mayor de la ermita fue concebido inicialmente como lo conocemos por delante y por detrás o si esta parte posterior le fue adosada en un proyecto diferente. Sin embargo, por el aspecto de la parte posterior del retablo que permanece oculta, la buena terminación de sus detalles y la calidad de las pinturas que ya no se ven, podemos aventurar la segunda hipótesis.



Parte trasera del retablo-camarín en la sacristía de la ermita de San Saturio (Soria).

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