23/05/1300: El
23 de mayo, el rey confirma los privilegios de la Cofradía de los Recueros.
Hoy al igual que
ayer, lo primero será ofrecer la definición pues no es palabra de uso común en
nuestro tiempo. Recuero es lo mismo que arriero, es decir, el que lleva la
recua o conjunto de animales de carga que
sirve para transportar mercancías a lomos, no en carros, y las recuas de Soria
debieron ser muy importantes para el desarrollo de la actividad mercantil del
reino de Castilla pues sabemos que como “Cofradía de San Hipólito o de los
Recueros” existe al menos desde 1219 siendo la primera cofradía gremial de
España de la que se tiene conocimiento, aunque probablemente existiese
anteriormente, y quizá guarde relación con algún privilegio otorgado pero no conocido
por el rey Alfonso VIII pues la advocación elegida, San Hipólito, era la
preferida por este monarca al ser el del día de su onomástica. Posteriormente,
esta cofradía se fusionó con la de San Miguel o de los tenderos.
De su existencia segura se sabe por un privilegio del rey Fernando
III en el que autoriza a los recueros sorianos a poder traer de fuera y
comerciar en Soria vino sin que se lo pudiera prohibir el concejo, si bien se
determina que la cofradía debería nombrar a cuatro o seis hombres buenos para
que con un caballero nombrado por el concejo o por el rey se encargasen de
reconocer las medidas con las que vendían ese vino. Con el tiempo además se les
facultaron otros privilegios como los de llevar ciertos derechos en las medidas de pan, vino, aceite y
pesas para la venta de productos al peso.
En época medieval, la separación entre el mundo seglar y el religioso
era impensable y no se concebía la realización de una empresa, actividad o
incluso batalla sin la protección de un santo lo que hizo que las agrupaciones
gremiales de trabajadores de un mismo sector se realizara organizándose en una
cofradía bajo a la advocación de un santo y con sede en una iglesia, y aunque
sus miembros o cofrades organizasen misas y participasen en procesiones, más
que un órgano devoto o penitencial eran agrupaciones de trabajadores de un
mismo sector que se unían para defender sus intereses.
Como trabajadores manuales que eran no pertenecían a la nobleza,
más bien al Común de Pecheros de Hombres Buenos y es probable que sus
integrantes formaran parte de los órganos de representación e esta institución
pues durante mucho tiempo el Común celebraba sus asambleas en la sala de San
Hipólito de la iglesia parroquia de San Miguel de Montenegro
No hay comentarios:
Publicar un comentario