20/05/2009: La efeméride de hoy es de fecha muy
reciente. Pero creemos que ya nos toca honrar la memoria de un hombre bueno,
pues esa única palabra es la que mejor define a Manuel Lafuente Caloto que
murió un veinte de mayo de hace siete años.
Nuestro personaje de hoy nació un 6 de
abril de 1930 en la plaza del Olivo. Trabajó en una hojalatería de la plaza
Mayor, después fue encuadernador, funcionario de Telégrafos y desde 1971 de la
Diputación en cuyo departamento de Cultura comenzó a trabajar en 1979 hasta su
jubilación como coordinador del mismo.
Aficionado a la fotografía, su primer
contacto lo tuvo en un grupo juvenil del Frente de Juventudes ampliando su
formación mediante cursos a distancia que perfeccionó con su cámara Fowel. Pasó
luego a la Diputación
donde desarrolló varias actividades destacando en la de organizador de sus
actividades culturales.
Su pasión por la fotografía le hizo fundar
en 1966 la Sociedad Fotográfica Alto Duero con el objetivo de compartir su
afición pero también por puro sentido práctico pues así evitaba emplear el
cuarto de baño de su casa como laboratorio y hacer enfadar a Miren, su esposa.
En aquel piso del Collado Caloto enseñó a toda una generación de fotógrafos los
secretos del arte, de la composición, del revelado y, sobre todo lo más
importante, a saber mirar. Transmitiendo, además de su saber, su pasión por
reflejar para siempre los rincones de aquella Soria de los sesenta y setenta.
También fue socio de la Real Sociedad
Fotográfica de Madrid, socio de honor de la Federación Fotográfica
de Castilla y León y de las sociedades de Guipúzcoa, Valencia y Zaragoza. En 1994
recibió un homenaje nacional por la Confederación Española
de Fotografía, en 2005 el Premio Nacional de Fotografía otorgado por la Confederación Española
de Fotografía y por la Federación Andorrana. Organizó muchas exposiciones
particulares e innumerables colectivas. Autor de cinco libros de fotografía
publicó su trabajo en multitud de libros y revistas, pero particularmente en la
‘Revista de Soria’ de la Diputación Provincial.
Poco antes de morir Caloto nos hizo un
regalo impagable. Donó todo su fondo fotográfico compuesto por más de cincuenta
mil fotografías, la mayor parte de temática soriana, al Archivo Histórico
Provincial de Soria donde sigue siendo inventariado y dado a conocer para
deleite y disfrute de todos los sorianos.
Caloto
y Miren no tuvieron hijos pero en cierto modo, muchos de los sorianos que
cuelgan cada día sus fotos en el Facebook deben considerarse hijos suyos. Nunca
lo hemos hecho pero hoy sí. Nos gustaría pedir a todos aquellos que se consideran fotógrafos o que adoran las
fotografías antiguas, que compartan o mencionen en sus muros la memoria de este
hombre bueno.
Manuel Lafuente Caloto en la portada de la ‘Revista de Soria’ nº 68, (2010) dedicada a su memoria. |
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