Una de las infraestructuras más demandadas en
Soria desde hacía muchos años era la de poder disponer de un mercado de abastos
que unificase el lugar de venta de alimentos hasta entornes dispersos en varias
plazas y que garantizase unas condiciones higiénicas mínimas pero por diversas
circunstancias, el proceso se alargó durante muchos años.
Finalmente,
el
30 de junio de hace ciento dos años, un Martes a Escuela, a las 21,30 horas con
presencia de la “Lira Numantina” y de las autoridades municipales, se inauguró
el Mercado de Abastos en la plaza de Bernardo Robles diseñado por el arquitecto F. de Aragón.
Los periódicos El Avisador Numantino de 01/07/1914 y El Porvenir Castellano 02/07/1914 describen aquel mercado como un edificio de una nave cerrado con cubierta de cristal y zinc que permitía la entrada de iluminación natural, planta rectangular en cuyos lados más largos se ubicaban los puestos cubiertos de azulejos blancos y mostrador de mármol blanco, alrededor de una fuente central se colocaban los puestos abiertos de verduras y frutas. Las instalaciones estaban dotadas de un pararrayos a medio instalar, dos focos eléctricos (lo que parece que motivó su inauguración nocturna) y “… evacuatorios para los dos sexos, limpios y con agua corriente”. Se cerraba con dos verjas de hierro que permitían la ventilación. En el centro llevaba una artística fuente de dos grifos.
Los periódicos El Avisador Numantino de 01/07/1914 y El Porvenir Castellano 02/07/1914 describen aquel mercado como un edificio de una nave cerrado con cubierta de cristal y zinc que permitía la entrada de iluminación natural, planta rectangular en cuyos lados más largos se ubicaban los puestos cubiertos de azulejos blancos y mostrador de mármol blanco, alrededor de una fuente central se colocaban los puestos abiertos de verduras y frutas. Las instalaciones estaban dotadas de un pararrayos a medio instalar, dos focos eléctricos (lo que parece que motivó su inauguración nocturna) y “… evacuatorios para los dos sexos, limpios y con agua corriente”. Se cerraba con dos verjas de hierro que permitían la ventilación. En el centro llevaba una artística fuente de dos grifos.
Pronto la
única planta del mercado se queda pequeña, por lo que ya en noviembre se
inauguran los puestos exteriores y comienza a pensarse en dotarla de más
altura.
Postal del Mercado de Abastos de Soria en 1915. Ediciones Ballenilla. |
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