01/07/1502: Peñalcázar es un despoblado de la provincia de
Soria. Situado en lo alto de una muela amurallada entre Almazul y Deza a unos
cincuenta kilómetros de la capital. Pese a la distancia con Soria, la fortaleza
tuvo un gran interés estratégico y militar durante la Edad Media hasta la
unificación de los reinos hispánicos por lo que su control y jurisdicción
estaban encomendados a la autoridad de la ciudad de Soria.
Por aquel entonces, y desde hacía seis años, era alcaide de la
fortaleza don Juan de Torres. Un personaje bien
emparentado y mejor relacionado con los Reyes Católicos de quien era un estrecho
colaborador. Este alcaide, que además de La Peña lo era de La Alameda,
Carabantes y Quiñonería, decidió unilateralmente eximirse de la jurisdicción de
Soria argumentando que en caso de un ataque externo, lo alejado de La Peña
desde la ciudad haría que la defensa tardara demasiado en llegar y no efectiva por
lo que se declaró villa eximida. Lo que traducido a nuestro lenguaje vendría a
significar poco menos que la independencia o proceso soberanista que dicen
algunos. Los de Soria no querían ver roto su territorio y entendieron esta
segregación como una provocación del alcaide por lo que con su corregidor al
frente se acercaron hasta la fortaleza para negociar el problema, pero se les
negó la entrada lo que obligo a los sorianos a adoptar medidas violentas que no
pasaron más allá de las amenazas y del derribo de la horca que los de la villa habían erigido como símbolo de su
independencia. Además de personarse ante los vecinos de Quiñonería, La Alameda
y Carabantes, quienes sin dudarlo acataron la decisión del corregidor soriano.
Es posible que los
ofendidos sorianos pensaran en organizar un ataque o un sitio para recuperar la
fortaleza y su dignidad, pero menos mal que primó la razón y la decisión que
tomaron fue la de recurrir a la justicia de los Reyes Católicos quienes pese a
la amistad con el rebelado, tal día como hoy de 1502 determinaron que
Peñalcázar y sus aldeas volvieran a la jurisdicción de Soria.
Juan de Torres acató
aparentemente la orden real pero siguió conspirando para conseguir su
independencia, procesó que acabó cuando murió en 1510.
Iglesia arruinada de Peñalcázar (Soria) en 2003. |
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