16/06/1225: La iglesia soriana de San Nicolás
guarda muchas sorpresas. Además de su conjunto pictórico, único sobre el
asesinato de santo Tomás de Canterbury; sus restos románicos, la cripta subterránea,
las excavaciones arqueológicas que permitieron sacar a la luz un fantástico
frontal de altar con el relieve de la entrada de Jesús en Jerusalén o un tímpano
fragmentado que recoge la impresión que el anónimo cantero sufrió en 1239 al
contemplar un eclipse de sol. Pero no es esa la única inscripción.
En
un sillar de la torre, apreciable a simple vista pero en un grado de erosión tan
importante que hace complicado encontrarlo y más leerlo; algún “grafitero” del
siglo XIII quiso dejar constancia de la muerte de un tal Donelfa que murió tal
día como hoy «a
dieciséis días de las calendas de julio (16 de junio) en la era de 1263».
No
podemos saber quién fue el citado Donelfa ni los motivos que llevaron a grabar
su óbito en una piedra sillar pero la humildad de obituario nos hace pensar si
sería un sencillo trabajador de la obra que murió mientras trabajaba o quizá el
familiar de un humilde cantero.
Pero
no es la única sorpresa de San Nicolás. Algún día tendremos que hablar del
largo túnel de sillería que recorre parte del subsuelo de la calle Real y cuya
función principal no ha acabado de esclarecerse.
DONELFA, es mi apellido en el medievo, estoy buscando más datos de habitantes con este apellido. gracias
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