martes, 7 de junio de 2016

Iglesia Santa María del Rivero

07/06/1996: El Boletín Oficial del Estado, de 7 de junio, recogió la declaración de Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento de la iglesia de Santa María del Rivero en San Esteban de Gormaz.

El templo del Rivero se encuentra situado en la parte más alta del pueblo convirtiéndolo, además, en un mirador ideal para contemplar el paisaje de la comarca.
Destaca por su sobria belleza y por ser uno de los ejemplos más típicos del románico soriano. Aunque posteriormente se le añadieron diferentes elementos que rompieron la pureza del románico original.

El templo consta de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos que se abre en arco apuntado al presbiterio cubierto con cañón apuntado, ábside en sillería cubierto con cuarto de esfera y una larga galería porticada orientada al sur. En los muros internos del ábside han aparecido restos de pinturas románicas de transición al gótico de la segunda mitad del XIII, que representan al Pantocrátor sobre fondo azul y estrellado con los símbolos de los cuatro evangelistas.

La iglesia se abre por el lado sur a través de puerta sin tímpano con tres arquivoltas cuyos capiteles van decorados con figuras antropomorfas que parecen de inspiración musulmana. Toda esta parte se cubre con una galería porticada de la que conocemos al artista que la realizó, el maestro Pedro "PETRVS MA(G)ISTRVS", pues es uno de los pocos autores conocidos gracias a que dejó su firma sobre un capitel.

A los pies del templo se encuentra el coro de mediados del XVI con un bello sotocoro de madera que se decora con rico artesonado y friso de influencia mudéjar. Financiado por el obispo Acosta en 1558 tal como aparece en el escudo de la balaustrada.
La espadaña se le añadió en 1856. Fue construida en parte gracias a una onza de oro que entregó la Real Academia de Historia como compensación del almaizar o turbante de Hixem II. Y es que durante unas obras de consolidación realizadas a mediados del siglo XIX se encontró una caja empotrada en la pared. Dentro de ella un almaizar o turbante perteneciente al califa de Córdoba, Hixem II quien a finales del siglo X fue derrotado en la batalla del Vado del Cascajal. La pieza está realizada en seda y en su parte superior se decora con unos medallones de forma hexagonal que llevan figuras humanas y animalísticas, acompañados de una leyenda escrita con caracteres cúficos que podría traducirse como "En el nombre de Allah, clemente y misericordioso, la bendición y la prosperidad estén con el califa Hixem, favorecido por Allah y príncipe de los creyentes". El turbante destaca sobre todo por ser una de las pocas muestras bien conservadas de esa época de un tejido musulmán.

En tiempos posteriores a la obra original, se le añadieron otras dependencias como la sacristía, la capilla de los Calderones y un sepulcro. Este último, correspondiente a un tal Vidas Pascual (primer tercio del XVI) en cuya lápida figura una inscripción que recuerda el milagro de que sus armas lucharon solas contra los moros cuando él estaba oyendo misa.


Postal de la iglesia del Rivero de San Esteban de Gormaz (Soria).

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