28/06/1974: Aunque los Usos y Costumbres sea algo más
inamovible que la mismísima Constitución Española, que de cuando en cuando
también se adapta a las necesidades de la sociedad, hay circunstancias ajenas a
la voluntad humana que obligan a modificarlas aunque no sea más que
puntualmente.
Algo así sucedió el Viernes de Toros, 28 de junio, de
hace cuarenta y dos años. Jornada en la que llovió tanto por la mañana que hubo
de suspenderse la corrida de toros matutina. Sin tener la más mínima seguridad
de que el tiempo mejorase, las autoridades municipales decidieron torear por la
tarde los doce novillos seguidos, desde las cuatro de la tarde hasta una hora
que no hemos podido precisar pero que seguro ya era nocturna.
Y como si hay algo que caracteriza a los sorianos
en un Viernes de Toros es el buen humor, al tipógrafo Manuel Morales Alerón le
dio tiempo esa mañana a diseña, imprimir y distribuir una octavilla en la que
recogía la incidencia.
Octavilla de Manuel Morales.
Ejemplar del archivo de Joaquín Alcalde.
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