La Guerra de Sucesión es quizá una de las menos estudiadas en el
ámbito geográfico soriano y, aunque es cierto que más que épicas batallas aquí
hubo pequeños combates, muchas escaramuzas y un sinfín de maniobras políticas,
también en Soria se libraron algunas refriegas que influyeron en el desarrollo
general del conflicto.
En marzo de 1707, el caballero de la Orden de Santiago y capitán
de Dragones, el irlandés Daniel O´Carrol, al frente de cien dragones de
caballería irlandeses defensores de la causa borbónica, tomaron la villa y
fortaleza de Serón de Nágima, considerada de gran interés estratégico por su
situación fronteriza con las fuerzas del aspirante al trono, el archiduque
Carlos de Anjou, y en su castillo establecieron su cuartel de operaciones.
El 1 de abril el
castillo fue atacado por más de mil enemigos seguidores del archiduque Carlos de
Anjou, pero los de Serón resistieron el ataque que duró seis horas, lo
repelieron y salieron tras el enemigo causándole veinticinco bajas y tomando
seis prisioneros. O´Carrol pasó a ser alcaide de la fortaleza de Serón
reforzando sus defensas y aprovisionándose de armas y pólvora ante otro
eventual ataque que no llegó, pero con sesenta de sus dragones, desde esta
base, en mayo partió hacia Monteagudo de las Vicarías sorprendiendo a sus
enemigos que se había refugiado en su castillo y que prefirieron escapar a
Ariza antes que plantar batalla, dejando allí gran cantidad de armas y víveres.
No fue ésta la
batalla final que dejó la fortaleza arruinada, pero quizá sí la última
victoria. Un siglo después las tropas napoleónicas de Napoleón se encargarán de
reducirlo a ruinas, y nuestra desidia, a lo que es hoy.
Castillo de Serón de Nágima hacia 1915. Foto de José Antonio Mateo Martín. |
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