Hoy, hace cincuenta y ocho años que el pleno
de la Diputación Provincial de Soria acordó la construcción de un albergue de
montaña en Piqueras que pudiera ofrecer unos servicios básicos a los
aficionados a los deportes de invierno, que cada vez resultaban ser más
numerosos, aunque según ha escrito Joaquín Alcalde Rodríguez en su blog, fue sobre todo una iniciativa del Centro ExcursionistaSoriano que logró convencer de las ventajas de este proyecto turístico al
presidente de la Diputación, Juan Sala de Pablo.
El edificio promovido por la Diputación se
construyó con fondos de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes,
según proyecto del arquitecto Rafael Menéndez de la Vega, y realizado por la
empresa constructora de Vicente Valero. Tuvo un coste de algo más de cinco
millones de pesetas (unos 30.000 euros) y fue inaugurado en noviembre de 1966
por el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, que
venía de inaugurar el Parador de Turismo de Soria. El centro disponía de ocho
habitaciones con cuatro plazas en literas cada una, salón con chimenea, bar y
restaurante para unos sesenta comensales, todo distribuido en un edificio de
dos plantas y sótano construido en piedra y techo de pizarra. Al principio el
refugio tuvo gran éxito pero, poco a poco, surgieron otras pistas de esquí con
mejores instalaciones, dejó de nevar tanto y, cuando lo hacía en gran cantidad,
el puerto se hacía intransitable. Esto hizo que el proyecto fuese
económicamente inviable y se cerrase definitivamente en 1975.
Hoy,
todavía podemos contemplar el edificio un poco antes de llegar a la cumbre del
puerto de Piqueras, al pie del Cabezo y a unos 1.700 metros de altitud. Tras el
abandono, la instalación fue sometida a un saqueo sistemático que le privó de
cualquier elemento utilizable y de actos vandálicos que destrozaron lo poco que
quedaba. Pero la estructura y el exterior del edificio han resistido
impecablemente el paso del tiempo y el saqueo. En 2018, la Diputación
provincial tomó el acuerdo de acogerse a una línea de ayudas europeas y ofertar
un plan de formación y empleo para jóvenes menores de 30 años, de oficios
relacionados con la construcción, y restaurar el edificio para convertirlo en
un mirador turístico de la zona.
Albergue de Piqueras (Soria) en 1968. Fotografía de Salvador Vives Soriano en la Revista de Soria nº 1, primera época. |
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