domingo, 29 de marzo de 2020

29/03/1840: La primera Escuela de Párvulos de la ciudad.


En función de lo establecido en una Real Orden de 8 de noviembre del año anterior, el entonces Jefe Político de la provincia, una figura asimilable a la del actual Subdelegado del Gobierno, inició los trámites para la inauguración en Soria de la que sería la primera escuela de párvulos de la ciudad, y con ese fin, previo permiso de sus superiores, destinó 1.331 reales procedentes del fondo de multas, cantidad que resultó insuficiente. Ante esta situación, dispuso una serie de acciones, a 20 reales, y rogó a las personas más acomodadas de la ciudad que al menos compraran una de ellas. Respondieron 58 vecinos y con ellos organizó una Junta General de Socios que se celebró en la sala de sesiones del Ayuntamiento de Soria, entonces en la Audiencia, el 20 de marzo de 1840.
Aquella primera asamblea de socios eligió una junta directiva formada por lo más destacado de la sociedad soriana de la época y presidida por Julián Blanco, acompañado de Francisco Javier Perales (será su primer vicepresidente), Manuel Ángel González (vicesecretario), Felipe Mateo Moreno (secretario), Felipe Ramón Oyardo (tesorero), Juan Núñez (contador), Julián Celorrio y Mateo Uzuriaga (inspectores), quienes se comprometieron a elaborador un reglamento de estatutos y reglamento interno del centro educativo, dirigido a que los niños y niñas de tres a cinco años de edad adquirieran sus primeras letras para "desarrollar la inteligencia, arraigar unos principios religiosos y morales, y ejercitar las fuerzas físicas". Tenía carácter gratuito para los recomendados y para los niños "verdaderamente pobres", estando el resto obligados al pago de dos cuartos semanales.
        Antes de que comenzase el curso ya había 111 inscritos. Se disponía de un local, "la habitación principal, corredor y corral de la casa-hospicio que fue de Carmelitas-Descalzos de esta ciudad, situada en un paraje que sin ser escéntrico, es sumamente a propósito para escuela de párvulos". En aquel edificio, que llevaba abandonado muchos años, se "hizo habilitar el cuarto de la maestra, corredor y patio; pintar la sala para los alumnos, cuya operación espontánea y gratuitamente ejecutaron los socios aficionados: D. Agapito Isla y D. Hilarión Perlado, que también costearon los colores; y preparó todos los útiles necesarios", nombraron maestras a doña Cristina Puche y a su hija doña Juana Pastor, hasta entonces encargadas del cuidado de la enseñanza de niñas de Berlanga, y a finales de abril comenzó aquel primer curso escolar de la escuela de párvulos de Soria.


Entrada a la primera escuela de párvulos de Soria.
Foto en el programa de fiestas de San Saturio de 1947, autor desconocido.


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