sábado, 14 de marzo de 2020

14/03/1908: Configuración del actual desarrollo de las fiestas de San Juan.


Un mes antes y por orden gubernativa, se había prohibido en todo el territorio nacional correr "toros y vaquillas ensogados o en libertad por las calles y plazas de las poblaciones", lo que en Soria significaba que ya no se podía sacrificar el toro cuadrillero de las fiestas de San Juan como era habitual, es decir, ensogándolo y corriéndolo muy temprano en la mañana del Sábado Agés por las calles de la cuadrilla, antes de ser sacrificado finalmente delante de la casa del jurado.
Ante esta tesitura y a falta de una asociación o colectivo que pudiera intervenir como interlocutor, siendo alcalde de la ciudad don Ramón de la Orden, el Ayuntamiento de la ciudad decidió crear una especie de comité de sabios formado por: el alcalde, algunos concejales, los dieciséis jurados de cuadrilla, presidentes del Casino Numancia, Círculo de la Amistad y Círculo Mercantil, los de la Cámara de Comercio, de la de Labradores, Ganaderos y Obreros y los directores de los principales periódicos locales.
        Aquel comité o consejo de expertos se reunió tal día como hoy, hace ciento doce años, y decidió acatar la orden gubernativa (no todos los municipios españoles lo hicieron ni el acuerdo local fue unánime) pues por tradición oral familiar y leyendo entre líneas la prensa de la época, la celebración del festejo del toro enmaromado resultaba, ya entonces, bastante controvertida entre algunos sanjuaneros que entendían que, tirar de la maroma, era un espectáculo lamentable, una barbaridad propia del pasado, que en el mejor de los casos agotaba al novillo hasta la muerte, y en el peor se le arrancaban los cuernos de tanto tirar.
        Tras unos, suponemos, tensos debates, se decidió sustituir ese sacrificio por una novillada sin picadores, y, aprovechando la necesidad de alterar el desarrollo de las fiestas, se decidió reducir el número de cuadrillas a ocho para que el viernes de las fiestas se lidiaran cuatro novillos por la mañana y cuatro por la tarde. El sábado por la mañana se cursaría romería a la ermita de San Saturio con misa campestre y la subasta de despojos por la tarde.
        Las reformas fueron sometidas al criterio de los vecinos que, con una escasa participación, debatieron y acabaron aceptando algunas de esas reformas que como podemos comprobar por su desarrollo actual, fueron aceptadas parcialmente y dieron lugar a unas fiestas más o menos parecidas a las actuales pero con doce cuadrillas que sacrificaban sus animales en una novillada el Viernes por la mañana y otra por la tarde. Pero aquel proceso no fue tan fácil como parece pues, como ahora, algunos integristas se oponían radicalmente a cualquier cambio bajo el conocido argumento de "os vais a cargar las fiestas", lo que, como veremos, costó algunos disgustos al señor Ramón de la Orden.

Toro enmaromado en Marqués del Vadillo (Soria).
Imagen de autor desconocido publicada en la revista ilustrada "Fiestas de San Juan" año III nº 1 (1905).



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