Aunque la arqueología ha demostrado que el
entorno de Duruelo de la Sierra estuvo más o menos habitado desde tiempos muy
remotos y algunos documentos no del todo precisos, como los Votos de San Millán,
documentan su existencia hacia el año 934, parece que algunos pobladores
cristianos se establecerían en esa zona tras la conquista de Toledo a manos
cristianas (1085). También sabemos con seguridad que, en el 1095, el conde
Gonzalo Núñez de Lara y su esposa doña Godo donaron al monasterio de San Millán
de la Cogolla, las aldeas de Covaleda, Duruelo y la iglesia de San Millán en
Velilla, hoy un despoblado cercano a Covaleda, y que en 1145 Alfonso VIII
concedió Duruelo al monasterio burgalés de San Salvador de Oña, correspondiendo
probablemente a esa etapa la necrópolis excavada en la roca que puede verse en
el entorno de la parroquia de Duruelo, fechada entre los siglos IX al XIII.
Sin embargo algo tuvo que ocurrir ya que la
zona quedó despoblada, lo que sabemos gracias a que el archivo municipal de
Duruelo se conserva un documento firmado tal día como hoy de 1250 llamado
“Carta Puebla” por el cual, y entre otras medidas, el concejo soriano favorecía
el asentamiento de familias procedentes de Soria y que disfrutarían allí los
mismos privilegios.
No
sabemos si aquella repoblación fue definitiva y cabe suponerlo pues hay
constancia de que en 1255 algunos durolenses marcharon a repoblar tierras en
Ávila y Segovia. Pero también resulta extraño que, en 1270 y con objeto de realizar
el famoso censo de población de las parroquias de la Tierra de Soria, no se
encuentre entre ellas la de Duruelo, un lugar que después sí formará parte de
esta comunidad como integrante del Sexmo de Frentes.
Carta Puebla de Duruelo de la Sierra (Soria). Reproducción tomada de la web |
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