miércoles, 25 de marzo de 2020

25/03/1560: Pedro Álvarez Acosta, obispo mecenas y filántropo.


Hacia 1560 las arcas públicas exigieron a los vecinos pecheros de El Burgo de Osma y de Valdenebro el abono de la cantidad de 42.000 maravedíes en concepto de impuestos so pena de destierro. La cantidad, importantísima para los pecheros pero apenas unas migajas para el rey Felipe II que derrochaba dinero a espuertas en los fastos que se alargaron varios meses para celebrar su boda con Isabel de Valois, era inasumible para los vecinos. Pero Dios escuchó sus oraciones y les envió al obispo Pedro Álvarez Acosta (1539-1563), que tal día como hoy de 1560 y sin condiciones, se ofreció a pagar de su bolsillo esa cantidad. Bueno, una sí puso, que ese dinero estuviera destinado únicamente a ese fin o que si no lo entregasen a las rentas del Colegio de Santa Catalina.
Los agraciados por esta especie de lotería se comprometieron a que en señal de agradecimiento, celebrarían todos los años en el día de la santa una misa y procesión que acabaría en la propia Universidad con asistencia de todos los vecinos o, al menos, uno por cada casa de los dos pueblos, y quisieron dejar constancia de su agradecimiento colocando en la calle mayor de El Burgo una placa que recordase la donación.
        Pero la memoria es flaca y, aunque aquellos vecinos quedaran eternamente agradecidos al obispo Acosta, sus hijos y nietos ya no lo estaban tanto, y poco a poco la celebración fue decayendo hasta desaparecer.

Vista de Valdenebro (Soria).
Foto der Gemma Moreno Jiménez, administradora del grupo de facebook de Valdenebro.





No hay comentarios:

Publicar un comentario