domingo, 22 de marzo de 2020

22/03/1553: Sobre la propiedad de la ermita de San Saturio.


Aunque la administración religiosa de los templos religiosos corresponda a la Iglesia y la titularidad en la mayor parte de los casos también, existen muchas pequeñas capillitas o ermitas cuya devoción está tan extendida que, sobre todo, pertenece a los fieles y devotos que a lo largo de los siglos las han construido y mantenido con sus limosnas o su esfuerzo personal. Algo así ocurre con la propiedad de la ermita de San Saturio, un templo construido y mantenido desde siempre con donaciones de los sorianos, cuya propiedad legal sin duda está en manos del obispado con toda la documentación pertinente, pero que los sorianos consideran, desde siempre, como un bien comunal, por lo que la entidad que los representa civilmente, el Ayuntamiento de Soria, ha tratado de desarrollar ese derecho de los vecinos, y sin la intención de reclamar ese dudoso derecho legal, el concejo ha sido y sigue siendo una parte imprescindible para que la ermita siga subsistiendo.
A mediados del siglo XVI, y probablemente desde mucho antes, ya existía en Soria, junto al Duero, una ermita bajo la advocación de San Miguel de la Peña. Su estado era entonces ruinoso, razón por la que el concejo de Soria, como representante del poder civil, y el cabildo de San Pedro, como representante del religioso, decidieron construir a medias una nueva ermita en el lugar en el que la tradición aseguraba que se encontraba el cuerpo de un santo llamado Saturio, algo que sabemos con seguridad a través del acta municipal de 22 de marzo de 1553, libro IV, fol. 228, que dice: "Por cuanto la iglesia y ermita del señor San Miguel de la Peña de esta Ciudad es ermita muy devota y de mucha antigüedad y hay en ella un Cuerpo Santo que dicen de San Saturio... y ahora se quiere caer y hundir y sería en mucho daño... Mandaban y mandaron que para el reparo de la dicha ermita y edificio de ella, de la madera y clavazón que hay de las casas de esta Ciudad ha comprado para la salida de la puente de la dicha Ciudad dé y tome lo que fuere menester; y en la costa que los oficiales que la hicieron, que esta dicha Ciudad pague la mitad y la otra mitad pague la Iglesia de San Pedro, que es cabeza de dicha ermita, por estar como está dicha Iglesia de San Pedro tan pobre. Miguel Múxica, Corregidor. Juan de Vinuesa, Regidor».
        Desde entonces la titularidad del conjunto ha estado doblemente ostentada por las dos partes que a través de diferentes formas jurídicas se han responsabilizado de su mantenimiento sin importar la titularidad real, algo que cambió, hace casi veinte años, cuando unilateralmente el Cabildo se la adjudicó a su nombre en el Registro de la Propiedad, reservando desde entonces el papel municipal al de mero colaborador, sin apenas capacidad decisoria en su gestión, y limitando su capacidad inversora para mantener el templo en las mejores condiciones posibles.

Ermita de San Saturio desde el paseo de San Prudencio (Soria),
foto cedida.


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