En 1868 la situación política, económica y social del país resultaba insostenible. Los alimentos eran cada vez más caros, el aro obrero no paraba de crecer y nadie hace nada para solucionarlo por lo que en secreto se va organizando un pronunciamiento militar que ya no tiene como objetivo cambiar el gobierno de la nación sino la misma jefatura del Estado entonces en manos de Isabel II.
Uno de los principales conspiradores de esa revolución fue el burgense Manuel Ruiz Zorrilla que en secreto regresó a la península de su exilio en Londres junto con Sagasta y el general Prim, que se unieron en Cádiz con el almirante Juan Bautista Topete, responsable del levantamiento militar junto con otros generales como Serrano que oficialmente se inició el 19 de septiembre con la lectura del manifiesto conocido como “España con honra”.
A las primeras de cambio el presidente del gobierno González Bravo dimitió y la reina Isabel, oficialmente alejada de la Corte por estar de vacaciones aunque en realidad iba huyendo hacia la frontera francesa, nombró para el cargo al general de la Concha que apenas pudo organizar una pequeña resistencia militar que fue derrotada en Alcolea de Córdoba el 30 de septiembre, jornada que asará como el día en el que desapareció el reinado de Isabel II y se inició el que será llamado sexenio revolucionario.
En esa jornada se constituyó oficialmente la Junta Revolucionaria de Madrid que estuvo presidida primero por Pascual Madoz y después por el agredeño Joaquín Aguirre de la Peña, ya un experimentado político en los cargos de responsabilidad del Estado como diputado por Soria o ministro y que llegará a ocupar la presidencia del Tribunal Supremo.
A nivel local, los sorianos se adhirieron a ese movimiento revolucionario y constituyeron una Junta de Gobierno Provisional Revolucionaria presidida por el abogado Pablo Mateo Sagasta Díez e integrada entre otros por Román de la Orden Lenguas, Ramón de la Calle y Miguel Uzurriaga, que fue nombrado gobernador civil de la provincia en cuanto se supo que su predecesor había escapado disfrazado de pastor.
Aquella revolución llamada “La Gloriosa”, creó muchas expectativas pero acabó sucumbiendo a los mismos males que la desencadenaron, culminando finalmente en diciembre de 1874, dando paso al periodo llamado "Restauración Borbónica".
A la izquierda retrato del burgense Manuel Ruiz Zorrilla (en biografiasyvidas.com) y a la derecha el agredeño Joaquín Aguirre de la Peña (en bdh-rd.bne.es) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario