Adolfo Hinojar Pons fue un reconocido otorrinolaringólogo español que nació en Soria en 1881 y falleció en Madrid en 1956. Hijo de Juan y sobrino de Aniceto Hinojar Leal, reconocidos médicos sorianos, especialmente el segundo que llegó a ser director del Hospital de Santa Isabel, fundador del Colegio de Médicos de Soria y alcalde de la ciudad.
Tras
culminar sus estudios en Soria Adolfo marchó a Zaragoza para estudiar Medicina,
estudios que compatibilizó con los de Ciencias Fisicoquímicas por la misma
universidad, logrando licenciarse por ambas disciplinas y doctorarse, tal vez
en las dos pero con seguridad al menos en Medicina.
Ingresó por oposición en el cuerpo de médicos de las
dos beneficencias de Madrid, la provincial y la municipal, y después la de
médico en el hospital provincial de Madrid, donde se hizo cargo de las salas de
enfermedades de la garganta, nariz y oídos permitiéndole especializarse y
acceder más tarde al puesto de jefe del servicio de Otorrinolaringología en el
hospital del Niño Jesús de Madrid, compatibilizando esa asistencia con las que
prestaba en el dispensario que fundó en la Casa de Socorro del Centro, en la
capital de España. De ahí pasó a ocupar diferentes puestos de responsabilidad
como médico de su área, como médico jefe de Inspección Médico-Escolar, médico
de beneficencia en Zaragoza, médico de la Armada y de la Marina Civil o como médico
del Cuerpo de Balnearios.
Pero un hombre de su talento no se conformó con la
faceta asistencial y fue además docente en la Facultad de Medicina de Madrid impartiendo clases de Farmacia Terapéutica primero y de ORL después, e investigador, siendo autor
de al menos ciento sesenta y tres publicaciones,
desarrollando técnicas quirúrgicas propias y siendo uno de los promotores de la Sociedad Española de
Otorrinolaringología. En opinión de sus biógrafos, probablemente fue en su área
el médico más reconocido de su época.
En
Soria sin embargo al doctor Hinojar no se le conoce por esa faceta profesional aunque
pero sí por el desarrollo de otras actividades que nada tienen que ver como la
política. Amigo personal de Manuel Azaña y simpatizante de la causa
republicana, acabó presentándose como candidato a diputado por la provincia de Soria con
el Partido Izquierda Republicana, en oposición al todopoderoso Luis Marichalar, que le dobló en votos en
un proceso electoral en el que hubo acusaciones de fraude.
La
Guerra Civil le sorprendió en París donde pasó toda la contienda, pero pese a
su pasado como activo militante republicano, su prestigio como médico otorrino
era mayor por lo que al no haber combatido pudo regresar sin granes
inconvenientes y continuar con el desarrollo de su carrera como médico y
cirujano. Fue consejero nacional de Sanidad y presidente del Colegio Oficial de
Médicos de Madrid, uno de los fundadores y primer presidente de la Sociedad
Española de Otorrinolaringología. Junto al doctor Pérez Mateos, crearon el
Patronato de Huérfanos de Médicos, para ayudar, en principio, a cuantos habían
perdido a sus padres durante la Guerra Civil. Su prestigio profesional fue
siempre unido a su bondad, inteligencia y honestidad moral.
Falleció en Madrid en 1956.
Retrato fotográfico de Adolfo Hinojar Pons, tomado de webs.ucm.es |
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