En una más que recomendable, imprescindible serie de artículos en Heraldo-Diario de Soria, el profesor Juan Antonio Gómez-Barrera está rescatando y sacando a la luz pequeñas y grandes historias de esas que permanecían ocultas entre legajos polvorientos y que de no ser por su infatigable labor pasarían desapercibidas, quizá para siempre.
Una de ella fue la que recogió en el artículo “¿Fue Encarnación López Chércoles la
primera alumna del Instituto de Soria?” (HDS 18/11/2019), en el que recuerda
que según la documentación existente, aunque reconoce que puede que se haya
perdido otra anterior, el 25 de septiembre de este año se matriculó y superó el
examen de ingreso en el Instituto de Soria como alumna la niña Encarnación
López Chércoles, natural de Baraona y con once años de edad, siendo la primera
mujer de la que se tiene constancia que estudió en el Instituto y aunque superó
algún curso con buenas y medias calificaciones, no acabó sus estudios. Ese día
su hermano Julio, de ocho años de edad, también se presentó al examen de
ingreso, y ya habían estudiado otros hermanos que fueron excelentes
estudiantes. La prensa de la época destacó tan excepcional noticia pero de una
forma, digamos políticamente poco correcta. Dice el investigador que la revista
burgense La Propaganda 01/10/1882
recogió en una breve la siguiente nota: «En
el Instituto provincial de la Capital se ha matriculado en primer año de Latín
y Geografía una preciosa niña de 11 años de edad, hija de nuestro amigo D.
Cecilio López, Farmacéutico de Baraona. Bueno es que haya quien dé el primer
paso, y así lograran desterrarse añejas preocupaciones, que no son propias de
la cultura de este siglo».
El mismo autor en el artículo El lado femenino del Machado (H-DS 27/01/2020) dice que la primera
mujer española que se matriculó en un instituto fue una alumna en el Instituto
de Huelva una década antes, en 1871 y que el goteo de alumnas frente a la
presencia de varones fue todavía la tónica hasta bien entrado el siglo XX.
La noticia no es de las que quite el sueño, de
acuerdo, pero sobre todo debe servirnos para reflexionar sobre lo mucho que
hemos avanzado en la igualdad de la mujer, y también en lo mucho que queda por
recorrer, pero de paso podemos pensar en lo que cada uno podemos hacer, y si
recurrir al lenguaje exclusivo de unos y unas puede de verdad servir para algo.
Puerta principal de acceso al Instituto en un dibujo recogido en la portada de la revista “Alto Duero” (1978). Col. particular. |
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