Un 26 de diciembre de 1901 llegaba a Soria como funcionario escribiente de la Sección de Montes del Distrito Forestal de Soria, un joven oscense de 21 años de edad llamado José María Palacio y Girón.
Como tantos otros intelectuales de la época, pronto se integró plenamente en la vida social y cultural de la ciudad donde se casó con Heliodora Acebes Maza, y casi de inmediato comenzó a escribir en la prensa provincial de Soria llegando a dirigir los periódicos Tierra Soriana (1906) y El Porvenir Castellano (1912), hasta que marchó a Valladolid en mayo de 1919 donde siguió implicándose activamente en la vida cultural de la ciudad y donde murió el 22 de noviembre de 1936.
Pero
vamos a centrarnos en su época soriana. Sus trabajos periodísticos como
redactor y director en la prensa local le otorgaron motivos de sobra para estar
incluido en esta sección, pero no nos engañemos, si alguien se acuerda hoy de
José María Palacio es sobre todo por su relación con Antonio Machado, compañero
de pensión, testigo de boda y esposo de la prima de su mujer. Parece que la
relación entre ambos primos políticos fue mucho más allá de la relación
familiar pues ambos compartían intereses comunes y, si bien también se ha dicho
que al final su relación personal no fue tan buena, lo cierto es que estando en
Baeza, el 29 de abril de 1913, Antonio Machado le inmortalizó para siempre al
dedicarle un poema que no tiene precio:
Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos?...
Seguro
que Palacio cumplió el encargo de su amigo, y probablemente sería en una de sus
visitas al cementerio soriano cuando se le ocurrió que el olmo del atrio del
Espino sería el lugar más adecuado para colocar en él la placa con otro célebre
poema: A un Olmo Seco.
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