domingo, 13 de diciembre de 2020

14/10/1563: Clausura del concilio de Trento con Diego Laynez como una de las figuras más destacadas.

El 14 de diciembre de 1563 y tras diecinueve años de celebración intermitente, en Bolonia tuvo lugar la sesión de clausura del Concilio de Trento.

Una especie de congreso de teólogos católicos que rurgió para dar respuesta a la reforma protestante, aclarar algunos conceptos doctrinales que planteaban dudas, definir dogmas y adoptar unos acuerdos organizativos internos sobre cuestiones como el celibato sacerdotal obligatorio, la administración de los sacramentos, la formación del clero en seminarios… Para algunos teólogos e historiadores, Trento fue el comienzo de la nueva era en la Iglesia católica, para otros fue el comienzo del integrismo católico, pero de lo que no cabe duda es que las consecuencias de aquel concilio tuvieron y tienen todavía consecuencias buenas, malas o regulares para toda la Humanidad, ya seamos creyentes, gentiles, ateos o todo lo contrario.

Pues bien, uno de los personajes más destacados de aquel concilio fue el jesuita adnamantino Diego Laínez, o Laynez que de las dos formas se ve escrito, cuyas aportaciones se hicieron tan fundamentales que, si el de Almazán estaba indispuesto y no podía acudir a las sesiones, ese día el concilio se suspendía, haciéndose famoso el latinejo “Hodie sessio suspendatur quia Lainez infirmatur” (Hoy se suspende la sesión por Laínez está débil”)

Diego Laínez Gómez de León (Almazán, 15/04/1512 - Roma, 19/01/1565), ha sido sin duda alguna el personaje de mayor trascendencia histórica de los nacidos en la villa soriana. De origen judeoconverso, estudió Gramática en Soria y después en Sigüenza, Filosofía en la Universidad de Alcalá y Teología en la de París donde conoció a Ignacio de Loyola de quien fue amigo, compañero y biógrafo. Ordenado sacerdote en 1537, sus conocimientos de Teología hicieron que el papa Pablo III le encomendase formar parte de sus embajadores en el Concilio de Trento y, a partir de 1556, sucedió a San Ignacio de Loyola como General de la Compañía de Jesús, destacando en su mandato por la gran extensión de su centros educativos en muchos países. Como recordábamos hace unos meses, sin ser cardenal ni formar parte del cónclave, llegó a ser propuesto como candidato a papa.

Unos años después y estando en Roma, su delicada salud, las penalidades con las que se afligía, y los grandes sacrificios a los que se obligaba para cumplir con sus objetivos le pasaron factura y falleció en 1565.

Escultura de Diego Lainez en la fachada principal de la Diputación Provincial de Soria.


No hay comentarios:

Publicar un comentario