El 5 de enero de 1911 nacía en su casa familiar del Collado nº 10 el niño Manuel García Gallo, hijo del general de la Guardia Civil Joaquín García de Diego, y nieto del también general, pero sobre todo destacado intelectual, fotógrafo y escritor soriano, don Juan José García de Diego.
Aunque
no lo hemos podido confirmar con absoluta seguridad, creemos que cursó sus
primeros estudios en Soria y en su Instituto, de donde pasó a cursar estudios
de la licenciatura de Derecho, accediendo al cargo de doctor en 1934 con sólo
23 años de edad. Al año siguiente consiguió por oposición la Cátedra de
Historia del Derecho de la Universidad de Murcia, y en 1940 volvió a ganar la
misma oposición para la Universidad de Valencia, y como debía sobrarle tiempo y
cabeza, en 1942 también se licenció en Filosofía y Letras por la rama de
Historia.
Además
de catedrático, consiguió cargos honoríficos como: dos doctorados honoris causa
por la Universidad Católica de Chile (1948) y la de Buenos Aires (1980); fue
director del Anuario del Derecho Español, aunque destacó sobre todo en su
faceta de historiador del Derecho, siendo considerado en esa área como el más
importante investigador e historiador español de la segunda mitad del siglo XX,
escribiendo importantes obras como Historia del Derecho Español (1943), Los
orígenes de la administración territorial de las Indias (1944), Curso de
Historia del Derecho Español, Manual de Historia del Derecho Español (1977),…; miembro
de varias sociedades de estudios históricos; fue premio nacional de
investigación en Letras (1970); condecorado con la Gran Cruz de Alfonso el
Sabio y Collar de la Orden de Andrés Bello, de Venezuela; fundador del
Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano; maestro de Tomás y
Valiente, Villapalos,... En 1961 y siendo catedrático de Historia del Derecho
Español de la Universidad Complutense de Madrid, fue nombrado miembro de la Real
Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Aunque
pasó toda su vida fuera de Soria, mantuvo un estrecho contacto son su
familiares y amigos, y procuraba regresar unos días cada verano. Un seguidor de
esta sección que fue alumno suyo, soriano y relacionado por vía de amistad
paterna con su familia, recuerda que como profesor era un hueso (en realidad la
expresión usada fue otra más fuerte), lo que chocaba mucho con su faceta
estival amable y despreocupada cuando llamaba a su alumno por el diminutivo
familiar al encontrarlo paseando por la Dehesa.
Falleció
tal día como hoy de 1992 y fue nombrado Hijo Predilecto de Soria, a título
póstumo, según decisión de la corporación municipal de 11 de octubre de 2007.
Retrato del biografiado hacia 1980, colección particular. |
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