Aquel otoño de 1906 nuestras autoridades municipales decidieron homenajear a los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer con motivo del trigésimo sexto aniversario del fallecimiento del poeta.
Dispusieron colocar la lápida en la vivienda de la plaza de Herradores en la que ambos vivieron hacia 1860. La placa, que aún figura en la fachada de la casa de la plaza Herradores, obra del marmolista Emilio Molina Payés, fue descubierta en la mañana del domingo 23 de diciembre, y dice:
«A LA MEMORIA
DE
GUSTAVO Y VALEIANO
BÉCQUER
CONSAGRA ESTE
RECUERDO
LA CIUDAD DE
SORIA
EN EL
SOLAR DONDE MORARON»
El investigador Juan Antonio
Gómez-Barrera en el artículo: El solar donde vivieron los Bécquer (HDS
11/02/2020), recuerda que aquella vivienda fue la de su tío abuelo Francisco
Bécquer, “el tío Curro”, pero que no fue la original pues aquella se quemó en
un incendio en 1886, y aquella en la que se colocó la placa volvió ser reducida
a cenizas en el famoso incendio de la ferretería de Claudio Alcalde de 1922.
En cuanto a los motivos para situar
allí el domicilio de Francisco Bécquer, el tío “Curro”, que acogió a sus
sobrinos, recuerda Gómez-Barrera que su emplazamiento concreto fue indicado por
la tradición oral del médico soriano Guillermo Tovar de Pablo (propietario de
los inmuebles 15, 16 y 17) y de Pascual Pérez-Rioja, coetáneos ambos y
compañero de juegos en la niñez de los hijos de Valeriano, el segundo.
Gómez-Barrera todavía no ha podido confirmar formalmente este dato en los
documentos municipales de la época pero recuerda otras investigaciones como las
de Víctor Higes Cuevas que ofrece otro emplazamiento para el domicilio del tío
Curro, en la calle Zapatería de Soria donde viviría desde 1856, si bien Juan
Antonio ha investigado los padrones municipales y ha demostrado que en 1867 el
tío “Curro” llevaba al menos diez meses viviendo con sus empleados domésticos
en el nº 6 de la plaza Teatinos.
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