jueves, 3 de diciembre de 2020

04/12/1980: Declaración del palacio del Condestable de Berlanga como BIC.

En esta fecha los restos del palacio de Frías, en Berlanga de Duero, fueron incoados como Monumento Histórico Artístico, categoría asimilable a la de Bien de Interés Cultural (BIC).

A los pies del Cerro del Castillo de Berlanga de Duero y en la misma plaza del Mercado se conserva una imponente fachada que prácticamente es el único resto que queda del suntuoso palacio residencial que los duques de Frías poseyeron en la villa y que fue mandado construir por el tercer duque don Pedro Fernández de Velasco hacia el primer tercio del XVI. Serían sus arquitectos los mismos que levantaron la colegiata, Juan y Pedro de Rasines.

El palacio subsistió hasta la Guerra de la Independencia cuando los franceses saquearon la villa, quemando buena parte de la casas y palacios, entre ellos el de los duques de Frías que fue destruido en su mayor parte, subsistiendo desde entonces la fachada del palacio como un elemento más de la propia muralla del Castillo pues se decidió ubicarla en la parte más baja de la cerca, cerrando el conjunto fortificado de forma que aún hoy es el acceso al castillo. La fachada está realizada en piedra de sillería, desarrolla planta baja y dos superiores. Originalmente aparecía enmarcada por dos torres de planta rectangular de la que sólo queda en pie la occidental y, cuya planta baja, sirve como oficina de información turística.

Sobre la puerta principal, localizada simétricamente en el centro de la fachada, aparece el escudo de armas de los Tovar con la leyenda "SAPIENTIA AEDIFICABITUR DOMUS, ET PRUDENTIA RODORABITUR" (La sabiduría edifica la casa y la prudencia la robustece). Una gran puerta abierta por el lado norte permite el acceso al interior y al castillo.

Buena parte de las alabanzas del palacio se las llevaron los renombrados jardines que hubo en su interior y que pudieron estar diseñados por Micer Benito de Rávena, si bien otros lo atribuyen al mismísimo Juanelo Turriano. Estos se encontraban contiguos al palacio dispuestos en tres grandes parterres elevados en forma de anfiteatro, uno sobre otro, y sostenido el terreno por una muralla con fuertes cubos, cada uno de los cuales tenía en su extremo un mirador que daba a la campiña. Estatuas de mármol, fuentes y otros adornos de los jardines, han desaparecido casi totalmente y de ellos sólo quedan algunos vestigios. Los jardines se mantenían siempre verdes con el riego que se proporcionaba por medio de una noria de la que se subía el agua a más de ciento veinte pies. Estas canalizaciones y estanques se mantuvieron más o menos utilizables hasta mediados del siglo XX, cuando se decidió cavar toda la zona y realizar unas nuevas canalizaciones para regar la huerta que entonces se instaló.

La fachada es una muestra de la riqueza interior que tuvo el palacio y que hoy apenas podemos intuir gracias a los textos de historiadores como Bedoya, a la investigación en archivos y a la arqueología, y que, desde el año 2016, gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Berlanga de Duero y de la Asociación de Amigos del Castillo de Berlanga han puesto en marcha con el fin de sacar a la luz lo que parece fue uno de los palacios renacentistas más importantes de España. Un consejo, no os perdáis el facebook de los Amigos del Castillo y las reconstrucciones digitales que van colgando en su muro.

Palacio de Frías hacia 1920.
Imagen de Otto Wunderlich, fototeca del Ministerio de Cultura.


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