Han sido muchas las ocasiones en las que hemos
querido recordar y condenar los asesinatos y crímenes cometidos durante la
Guerra Civil entre 1936 a 1939 y casi siempre lo hemos tenido que hacer con los
que cometieron los sublevados. La única razón es que al ser ésta una sección de
carácter provincial y que en Soria los criminales eran de un lado y sus
víctimas del otro, nos cuesta encontrar barbaridades cometidas por los del otro
lado, lo que ha hecho que alguien haya llegado a insinuar cierto partidismo por
nuestra parte, y eso que nos hemos cansado de decir que la crueldad, el
fanatismo y la intolerancia no conocen de ideologías, colores ni tendencias.
Todo este preámbulo viene a cuento de introducir el comentario de
hoy asegurando de antemano nuestra imparcialidad y nuestra condena.
En esta jornada de 1936, algunos sorianos fueron víctimas de las matanzas de Paracuellos del Jarama. Tras el levantamiento militar muchas personas fueron detenidas por la mera sospechosa de ser de derechas, por ser militar y no haberse incorporado de inmediato al servicio de la República o por su condición religiosa. En Madrid fueron miles los detenidos por estos motivos sin amparo legal ni acusación formal, y más de 2.500 de ellos fueron llevados a las inmediaciones de este pueblo madrileño donde a lo largo de varias jornadas fueron ejecutados.
Como decíamos antes, en este día varios sacerdotes sorianos que
prestaban su labor en Madrid fueron ajusticiados, entre ellos Pedro María Alcalde Negredo, natural de Ledesma de Soria, y Juan Jesús
Adradas Gonzalo, de Conquezuela. Otras muchas personas vinculadas familiar o
profesionalmente a la provincia fueron asesinadas en este lugar.
A la izquierda
Pedro María Alcalde Negredo.
Fuente foto: Blog Mártires Hospitalarios
A la derecha Juan Jesús Adradas Gonzalo.
Fuente foto: Web Conquezuela
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