martes, 22 de noviembre de 2016

23/11/1978 ~ Centro de Estudios Sorianos envía al ministro de Obras Públicas un escrito en relación a dos proyectos: Nuclear y variante.

Parece que fue ayer pero ya han pasado casi cuarenta años desde que aquella sociedad soriana sacó su espíritu rebelde e inconformista, una especie de gen numantino que debemos llevar latente en nuestro ADN, y en unos momentos políticamente difíciles en los que la democracia todavía estaba asentándose los sorianos se manifestaron sin miedo contra la nuclear y la Variante Sur. La oposición a la nuclear sigue recordándose y se han publicado libros pero el asunto de la oposición a la variante también levantó en su tiempo ríos de tinta pero su recuerdo se va perdiendo en el tiempo por lo que creemos que vale la pena evocarlo.

Desde hacía muchos años los sorianos venían pidiendo la construcción de una carretera de circunvalación que rodease la ciudad pues el tráfico pesado la atravesaba de cabo a rabo ocasionando inconvenientes, ruidos y accidentes de tráfico graves. En 1978 el ministerio de Obras Públicas decidió construir esa variante, lo malo es que la nueva carretera se había proyectado construir más o menos desde San Polo, cruzando el río por un nuevo puente muy cercano al actual de Hierro y discurriendo por lo que ahora es el paseo de San Prudencio hasta enlazar con la carretera de Madrid.

El impacto ambiental en torno al paseo de San Saturio y el río Duero era inaceptable y los sorianos se quejaron donde siempre, en las barras de los bares aunque también hubo algunos periodistas y representantes políticos provinciales que lo aceptaron como algo muy conveniente que exigía un sacrificio inevitable, y es que es preciso recordar el momento político y que muchos no estaban acostumbrados a poner en tela de juicio las decisiones de la autoridad.

Pero a diferencia de otras situaciones, pronto comenzaron a surgir voces que se oponían al proyecto y ofrecían otras alternativas como la llamada Variante Norte, una variante que desde Cadosa rodease la ciudad por el norte hasta el cruce con la carretera de Las Casas. Fácil ¿no?

La primera crítica surgió tal día como hoy de 1978 cuando el Centro de Estudios Sorianos envió al ministro de Obras Públicas un escrito en el que trasladaban su oposición al proyecto y el ofrecimiento para elaborar otras propuestas. Sobra decir que el escrito acabó en la papelera, pero no fue el único. Pronto otros colectivos como Hispania Nostra manifestaron su oposición y además lo trasladaron a El País, entonces un periódico nuevo y trasgresor que dio a conocer la "barbaridad sur". En unos meses muchos intelectuales, artistas, políticos, ecologistas y ciudadanos particulares se unieron para luchar contra lo que parecía inevitable.

No tenemos tiempo para detallar este proceso, uno de los más interesantes del movimiento ciudadano nacional, pero gracias a aquellas movilizaciones hoy podemos pasear tranquilamente por San Saturio. Para saber más véase Manuel Núñez Encabo en La carretera de circunvalación de Soria Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, 1.990).


Paseo de San Saturio (Soria). Una bucólica imagen que a punto estuvo de ser diferente.

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