viernes, 11 de noviembre de 2016

11/11/1169 ~ Alfonso VIII alcanza la mayoría de edad al cumplir 14 años. Y su relación con Soria.

En la fecha de hoy se celebró al 14 cumpleaños del rey Alfonso VIII, motivo por el que se le otorgó la mayoría de edad, fue armado caballero y parece que fue entonces cuando se decidió que debía casarse, siendo la elegida la hija del rey Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania, la infanta Leonor de Plantagenet que entonces tenía diez años y que disfrutaba las dignidades de Duquesa de Anjou, Poitou y Aquitania, aunque sin duda será más conocida por ser hermana del celebérrimo rey Ricardo Corazón de León y del pérfido Juan Sin Tierra cuyas historias conocemos, seguro que mejor de las nuestras, al ser protagonistas de Robin Hood.

El matrimonio se celebró al año siguiente en Tarazona y de regreso a Castilla es casi seguro que el séquito real pasara por Soria, población a la que el monarca debía su corona y tal vez la vida. En esta sección ya hemos hablado mucho del agradecimiento del monarca a los sorianos y de su hipotética relación con los privilegios exclusivos disfrutados por los sorianos desde la Edad Media, aunque con seguridad sabemos muy poco debido a la ausencia documental y su concesión por parte del rey puede ser probable pero con seguridad no puede afirmarse y entran más dentro de la mitología que de la Historia.

Una de esas leyendas sorianas avaladas con mayor o menor rigor histórico, viene a decir que a su paso por Soria los reyes (él quince años, ella once) quisieron manifestar su agradecimiento a los sorianos y tomaron la decisión de reformar la ya existente iglesia parroquial de Santo Tomé (hoy Santo Domingo) y que suponemos sería entonces un sencillo templo, dotándola de la monumental fachada que hoy seguimos disfrutando. Para ello encargaron el proyecto a unos canteros y arquitectos aquitanios, lo que explicaría la semejanza de la fachada soriana con la de Notre Dame de Poitiers, una zona del sudoeste francés que Leonor había recibido como dote por parte de su madre. La leyenda, más que la Historia, se empeña en decir que Alfonso y Leonor decidieron colocar en las enjutas de la portada dos efigies suyas correspondientes a las dos figuras antropomorfas que, muy erosionadas, siguen allí colocadas después de ochocientos años.  La erosión del conjunto no permite confirmar si llevan corona pero la de la izquierda parece llevar en sus manos lo que puede ser un cetro real.

También y relacionado con esa tradición entre la mitología y la realidad, se achaca a la influencia de la reina Leonor en los relieves de los altares de San Miguel en Almazán y de las pinturas de la soriana iglesia de San Nicolás que representan el asesinato (ordenado por el padre de Leonor) de Santo Tomás de Canterbury, un tema recurrente en las iglesias anglosajonas de la época pero casi excepcional en las iglesias de los reinos hispánicos.

Todo es posible pero nada se puede demostrar.
 
Portada de la fachada de la iglesia de Santo Domingo (Soria).


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