En pleno desarrollo de la primera guerra carlista y con una monarquía,
la de Isabel II, en manos de una regencia, el 8 de noviembre de 1836 se fecha
una real orden que resultó clave para la reorganización política y social del
país y que inevitablemente en Soria causó profundos cambios de la vida diaria.
La real orden disponía una nueva organización política que pasaba por la
eliminación de las instituciones clásicas del gobierno municipal lo que en
Soria significó que en el Ayuntamiento desaparecieron instituciones como el Estado
del Común de Hombres Buenos y los Caballeros de los Doce Linajes que desde esa
fecha se convirtieron poco menos que en un club social, pero también dispuso la
desaparición de las comunidades de Villa y Tierra y oficializó el fin del Honrado Concejo de la Mesta que en la práctica ya
no existía por haberse arruinado como consecuencia de la Guerra de la
Independencia, siendo sustituida por la Asociación General de Ganaderos.
Estos cambios propiciaron que los municipios se organizasen por medio de
Ayuntamientos más o menos parecidos a lo que ahora tenemos y en los que, al
menos teóricamente, todos pudiesen formar parte de ellos sin que fuese ser
imperativo pertenecer a la nobleza local o no.
Una de las consecuencias de esa real orden fue que al desaparecer el
Común como entidad propia fuese el Ayuntamiento quien asumiese la organización
de los festejos sanjuaneros que hasta entonces había correspondiendo a los
pecheros y que ahora sí que eran patrimonio y responsabilidad de todos los
vecinos. Las cuadrillas dejaron de tener el papel organizativo y social que
tenían hasta ese momento, por lo que también los libros de cuadrilla dejan de
tener el valor histórico que había tenido y que ya solo recogerán comentarios
festivos. La figura del Mayordomo va declinando hasta desaparecer y las de
jurados y cuatros pierden su esencia anterior aunque retoman el protagonismo de
las fiestas en detrimento de los primeros.
A nivel económico la real orden supuso que el Ayuntamiento de la ciudad
uniese a su parte del Monte de Valonsadero la del Común de los Vecinos siendo
así copropietario de dos tercios (de la parte que queda, la de los Linajes, se
hablará en otra ocasión), y en compensación a las rentas que cobraban las
cuadrillas por los tajones, ofrece quinientos reales a repartir entre todos.
Antigua casa de los Linajes, hoy sede del Ayuntamiento de Soria. |
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