El 30 de agosto de 1931 e invitado por José Tudela, el escritor y filósofo Miguel de Unamuno se desplazó a Soria alojándose en la casa familiar de su anfitrión en la calle Caballeros. Desde allí y con tan excepcional guía, don Miguel visitó algunos puntos de la provincia y los principales monumentos de la ciudad como nuestro Museo Numantino donde firmó en el libro de visitas.
Como parte del anecdotario de
aquel viaje, Heliodoro Carpintero contaba que a la mañana siguiente de su
llegada pudo ver a las hijas de Tudela, Conchita e Inés, y don Miguel les
preguntó si habían soñado aquella noche, a lo que Inés le respondió que no,
pues "tenía tanto sueño que no me dejaba soñar". La respuesta,
infantil y profunda, le sorprendió gratamente al filósofo y le iluminó pues,
unos días después, el 4 de septiembre, en el periódico madrileño El Sol publico
el artículo “Por Tierras del Cid” que escribió inspirado en Soria y en aquella
respuesta: «¡La Reconquista! ¡Cosas tuvieron nuestros cides que han hecho
hablar a las piedras! ¡Y cómo hablan las piedras sagradas de estos páramos!
Reconquistado su suelo, Castilla, que había estado de pie, se acostó a soñar en
éxtasis, en arrobo sosegado, cara al Señor eterno. Y soñó recuerdos y
esperanzas; soñó esas "Sirenas del aire" que posaron empedernidas en
los capiteles románicos. Aunque los más ni soñaban; cuidaban sus ganados, sus
vacadas, y roturaban sus campos. "Tenían tanto sueño, sueño de cansancio
secular, que ni les dejaba soñar". Dormían la vida en Dios, que era quien
les soñaba. Era el sueño de la Reconquista».
No hay comentarios:
Publicar un comentario