Un problema muy común de los historiadores suele ser la datación de los monumentos histórico artísticos, algo demasiado frecuente pues pocas veces se cuenta con documentación fiable que permita dar una fecha concreta y, a menudo, hay que recurrir a detalles constructivos, decorativos o comparaciones estilísticas, y aunque parcialmente también se tenga en cuenta la tradición oral, las leyendas o la propia toponimia de cada lugar, con frecuencia las costumbres locales se oponen a los criterios más técnicos generando cierta controversia entre los del pueblo, (pues ¡quién lo va a conocer mejor!) y la gente con estudios (¡qué sabrán los forasteros!).
Algo así ha pasado
durante mucho tiempo con la fortaleza de Serón de Nágima donde quedan los
restos de un importante castillo, lamentablemente cada vez en peor estado,
cuyos orígenes se han basado tradicionalmente en época musulmana al conocer que
en determinados momentos de ese periodo histórico esta zona fue en varias
ocasiones "campo de batalla", y estuvo dotada de construcciones y
fortificaciones militares de esa época. Si a eso le unimos el análisis de sus
técnicas constructivas que recuerdan a algunas fortalezas andaluzas o
marroquíes, la opinión parece o parecía unánime, y seguro que todos hemos leído
en algún sitio que el castillo de Serón era musulmán. Sin embargo hay indicios
que apuntan la posibilidad de que esta construcción tenga un origen bastante
posterior.
Conocemos algunos
documentos y datos que nos hablan de la villa y lugar de Serón al menos desde
el siglo XII pero referenciando siempre una población, no una fortaleza, algo
que no aparece hasta la efeméride que tratamos hoy cuando el infante Juan,
futuro rey Juan II de Castilla, vendió el señorío de Serón y su castillo a
Sancho Sánchez de Rojas, obispo de Palencia. En este documento fechado en
Ayllón el 5 de agosto de 1411 dice: «Fago vos merced e donacion de la my villa
de Seron con su alcazar e fortaleza e casa fuerte, e con todas su tierras e
terminos, e aldeas e vasallos, cristianos e judios e moros, quantos oy dia ay,
moran e morasen de aquí adelante... E de todo derecho que yo he o devo aver e
me perteneze o debe pertenezer, en qualquier manera e por qualquier rrazon, en
la dicha villa e alcazar e tierras». Sabemos que su anterior propietario, Lope
Fernández de Padilla, disfrutaba del citado señorío desde 1475 y que entonces
no se citaba fortaleza alguna lo que nos hace pensar que entre estos treinta y
seis años el citado Lope mandó construir el castillo.
A falta de otros
documentos que puedan salir a la luz, la confirmación o no de esta hipótesis
solo será posible a través de la arqueología, algo que lamentablemente no se
tiene proyectado ni presupuestado a medio ni largo plazo. Mientras tanto
conformémonos con la investigación bibliográfica y con los estudios como los de
Ignacio Javier Gil Crespo en el artículo Interpretación constructiva de la
fábrica de tapia de tierra del castillo de Serón de Nágima en «Castillos de
España» nº º73-174 (Edita AEAC, Madrid, diciembre 2013) que desarrolla el
análisis de esta fortaleza.
Castillo de Serón de Nágima hacia 2015, autor Carles de Escalada. |
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