lunes, 25 de mayo de 2020

25/05/1310: Posesiones templarias en la provincia de Soria.

No cabe duda de que todo lo templario está de moda y que, con independencia de sus principios religiosos, el voto de pobreza o el celibato, resulta muy seductora esa estética tan particular de mantos blancos y cruces rojas, sus valores, el honor, la nobleza, y si eso lo mezclamos con una buena dosis de intrigas, conspiraciones, conocimientos arcanos y tesoros ocultos, se llega a un producto tan fantástico como probablemente irreal, eso sí, muy atrayente como producto literario o hasta turístico, pero tan poco real como una moneda de tres euros. ¿Recuerdan aquel eslogan de los años setenta “Soria Mágica y Templaria”? ¿Qué tiene de real? Pues desgraciadamente menos de lo que parece pues, aunque a las leyendas hay que darles la credibilidad justa, los documentos son escasos y además, tanto para avalarla o desacreditarla, quizá no reflejen del todo la realidad.


     Ángel Almazán de Gracia, en su libro Templarios, Sanjuanistas y Calatravos en Soria (Sotabur 2.005, página 18), recuerda que, en 1310, dos años antes de la disolución de la orden, el papa ordenó a seis prelados que recabasen información de las posesiones templarias en sus diócesis, y que el obispo de Osma recibió esa comunicación tal día como hoy de 1310, desconociéndose el contenido de la copia que se ha extraviado. Sí conocemos la respuesta dada por el obispo de Sigüenza, de quien entonces dependía buena parte de la mitad sur de la provincia, que afirmó que en toda su jurisdicción no había encomiendas ni posesiones templarias, una respuesta que el investigador considera falsa, y cree que mintió para que el rey de Castilla pudiera quedarse con ellas, que por otra parte nos lo haría suponer ya que el proceso de confiscación de sus bienes ya se estaba planeando.
      En cuanto a la existencia real de sus conventos o posesiones, si nos fiamos únicamente en la documentación objetiva conocida, tenemos que decir que prácticamente no hubo templarios en Soria. Si confiamos en las crónicas o los viejos mapas, ahora sí aparecen algunas encomiendas más o menos mitológicas como las de Ágreda, Aguilera, Aliud, Alcozar… Si por el contrario le damos credibilidad y valor documental a los mitos y leyendas, tendríamos templarios en casi todos los pueblos de la provincia, incluso en los que no existían en el siglo XIV.

     ¿Conoceremos algún día la realidad?

Grupo de recreación histórica Oria Dauria en un “combate” templario celebrado a la entrada de San Juan de Duero en 2017. Imagen Autor Alberto Arribas.

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