En aquella época el tráfico pesado que cruzaba Soria lo hacía inevitablemente por el centro de la ciudad causando algunos accidentes mortales, muchas molestias a los vecinos y el deterioro de monumentos como la iglesia de Santo Domingo que se encontraba afectada por las vibraciones y la contaminación que discurría a su lado.
Aunque desde hacía años se hablaba de la conveniencia de construir una circunvalación, aquello era un proyecto quimérico, algo así como el túnel de Piqueras, pero, mira tú por dónde, aquella petición no cayó en saco roto y, el 3 de mayo de 1972, la División de Planes del Ministerio de Obras Públicas aprobó el estudio del proyecto 1.SO-241 que contemplaba construir una variante circunvalando la ciudad.La solución elegida desde el principio fue la de unir las carreteras de Madrid (N-111) y de Zaragoza (N-122) mediante una carretera y un puente que discurriría entre San Polo y San Saturio pero aquel proyecto, en una dictadura que agonizaba, prácticamente pasó desapercibido en la ciudad, aunque no se detuvo ni con el cambio de régimen y ocho años después se formalizó, dando lugar a unas movilizaciones ciudadanas, de que las que hemos hablado y seguiremos hablando, pues los sorianos recuperamos durante algún tiempo aquel combativo espíritu numantino, fuimos capaces de plantarle cara al Gobierno de la nación y decirles que no.
Tráfico pesado por la travesía de Soria hacia 1964, a la altura de la calle Santa Mónica. Autor desconocido, foto de JCYL AHPSo 17147. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario