jueves, 7 de mayo de 2020

07/05/1990: Referéndum sobre el aparcamiento de San Esteban y el Olivo.


Como recordábamos ayer, este año la Asociación de Amigos del Museo Numantino de Soria cumple 40 años y con ese motivo, nos gusta echar la vista atrás y comprobar, con orgullo y un poco de nostalgia, que algunas de nuestras iniciativas han servido para algo.


     Al final de los años ochenta de siglo XX, el Ayuntamiento de Soria, con Virgilio Velasco a su cabeza, comenzó a idear la posibilidad de construir un aparcamiento subterráneo en el centro de la ciudad para ofrecer un lugar donde dejar el coche a los conductores que se desplazaban desde la periferia al centro y, ya de paso, peatonalizar algún espacio céntrico de la ciudad, por lo que, con su mayoría y negociando con la posición, sacó adelante el proyecto de construir el primer aparcamiento subterráneo de Soria en las plazas del Olivo y San Esteban.
     La ciudadanía, en general, se mostró indiferente al proyecto y, aunque no lo apoyó, tampoco se manifestó especialmente beligerante contra él, hasta que la asociación de Amigos del Museo Numantino, ASDEN, la de Vecinos de la Barriada, SAAS/2 y alguna más, comenzaron a concienciar a la población de que el proyecto del aparcamiento, además de arrancar el arbolado, destruiría un lugar tan céntrico y querido como las plazas del Olivo y San Esteban. Aunque en el fondo, la principal queja se debía a que ese debate no debería haberse quedado en las comisiones municipales y debería abrirse a la ciudadanía.
     Ante la presión popular, manifestaciones incluidas, que detuvo el proyecto, el alcalde Velasco organizó una especie de referéndum solicitando la opinión de los vecinos, y para ello situó unas urnas a la entrada del Ayuntamiento en la que cada vecino, voluntariamente y sin identificarse, depositaba una papeleta en la que habían marcado su opción y en la que, eso sí, debían poner su nombre y número del DNI. El escrutinio se hizo el 7 de mayo y al abrirse aparecieron varias papeletas con el mismo nombre y número de carnet, sobre todo del alcalde Velasco y del primer teniente de alcalde Agustín Latorre, en las que algún ciudadano había puesto NO. Sobra decir que fue anulado y que no se tuvo en consideración, y aunque el resultado fue lo de menos, lo ganaron los que estaban en contra.

     Resumiendo mucho, un tenso proyecto en el que hubo de todo. Al final la salomónica solución fue la de dividir el proyecto y construir el aparcamiento únicamente en la plaza del Olivo.

Plaza de San Esteban hacia 1975, autor desconocido, JCYL AHPSo 12042.


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