viernes, 22 de mayo de 2020

22/05/1465: Los privilegios de los sorianos y su mercado.


Buena parte de la grandeza que tuvo Soria en el pasado se debe a los privilegios y mercedes que los monarcas castellanos concedían a determinadas poblaciones para agradecerles sus servicios prestados o compensarles por algunas situaciones de marginación para así asegurar su existencia. De uno de ellos hablaremos hoy.


     Desde tiempos muy antiguos, la ciudad de Soria celebraba un mercado los jueves, algo que ya aparece en el Título XVIII del “Fuero de Soria” al incluir como día feriado los jueves, por razón del mercado, sin embargo, aunque el hecho de tener mercado fuese algo importante que no todas las poblaciones tenían, estaba como casi todos, sujeto al pago de impuestos.
     En 1465, el francés conde de Fox, alegando los derechos sucesorios de la familia de su esposa, formó un ejército formado por ocho mil soldados franceses y navarros con el que se dispuso a tomar las plazas que consideraba suyas y estaban entonces bajo el control de Castilla. Llegó hasta Alfaro para encontrarse que los vecinos se habían encerrado dentro sus murallas, por lo que franceses y navarros sitiaron la ciudad en espera de su claudicación, pero antes pudieron salir a pedir ayuda al rey de Castilla que envió las fuerzas que tenía más próximas, las del Señor de los Cameros que acudió con riojanos, y el capitán soriano Rodrigo de Morales que allí se plantó con gentes de Soria. No está claro si al final hubo combate (los de Alfaro dicen que sí y, claro, que ellos fueron los más valientes), pero lo cierto es que a fines de año o el 22 de mayo de ese 1465, según qué fuente se consulte, el francés decidió retirarse y aunque por el camino hizo algún intento de retomar sus planes fue en balde.
     El rey de Castilla, Enrique IV, quiso compensar las molestias y mostrar su agradecimiento a los implicados por lo que concedió varios privilegios, y cuentan que cuando tuvo delante al soriano le permitió pedirle lo que quisiera. El capitán Morales, en vez de pedir mercedes y gracias para su persona, le pidió que se dignase conceder algo para todos los sorianos, un mercado franco a la ciudad para que, además de los privilegios que establecía el Fuero (que nadie podía ser “peyndrado”, emplazado o llamado a juicio), se permitiese que todas sus compras y ventas estuvieran libres del pago de alcabalas, un impuesto que podría determinarse más o menos en torno al diez por ciento y que haría mucho más interesante comprar y vender en Soria.
     Esta noticia documentada por diversas fuentes, se contradice con la información que ofrece placa epigráfica (mandada colocar en 1621) que existe en los soportales de la Audiencia y que dice que la concesión del mercado franco correspondió a los Reyes Católicos y en 1475, por lo que en algún sitio ha debido cometerse un error, o más bien que, más que una concesión, se tratase de una confirmación de privilegios como era costumbre entre los reyes el primer año de su mandato.

Día de mercado en la plaza Mayor de Soria en 1912,
autor desconocido, fondos fotográficos del Museo Sorolla.


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