En esa fecha el actual retablo mayor de la parroquia de Omeñaca fue trasladado del taller burgense de Francisco Rodríguez, que acababa de fallecer el 8 de abril, hasta su emplazamiento actual donde persiste.
Francisco
Rodríguez fue burgense que pasa por ser uno de los mejores y más prolíficos
artistas sorianos de la segunda mitad del siglo XVI y que dedicó su carrera a
la construcción de retablos, mobiliario para iglesias y talla de imágenes, una
actividad artística prácticamente dedicada exclusivamente a la Iglesia que
prácticamente eran los únicos que destinaban caudales para el arte y que
documentaban todos sus gastos. Destacan sus trabajos en el coro de la catedral,
en el retablo mayor de Calatañazor, en las parroquias de Cortos, Ólvega,
Derroñadas, Hinojosa de la Sierra, Beratón y Valdeavellano de Ucero.
Este
retablo mayor de Omeñaca supone el culmen de su carrera en lo artístico y en lo
real pues murió poco antes de entregarlo cuando ya estaría prácticamente
finalizado. Arquitectónicamente el retablo está compuesto por banco, dos
cuerpos con cinco calles y ático. El primer cuerpo guarda las imágenes de San
Marcos y San Mateo, en el segundo a San Lucas y a San Juan con la Asunción en
el centro, y Calvario en el ático.
Retablo mayor de la parroquia de Omeñaca. Imagen actual de Montserrat Cruz durante una de las visitas cursadas por la Asociación de Amigos del Museo Numantino. |
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