Lástima que no haya suficiente documentación
para conocerlo mejor pero, suponemos con fundamento que, José Díaz fue un
empresario que más que buscar el lucro personal trató de desarrollar
iniciativas que repercutieran positivamente en la sociedad creando trabajo y
generando riqueza, sobre todo para los demás. Con ese ideario convenció al
intendente de la provincia, Francisco Moñino, para crear este proyecto y juntos
constituyeron hoy la asamblea fundacional de la Sociedad Económica Numantina de
Amigos del País de Soria y su Provincia, una iniciativa que ya existía en otras
provincia y que aquí, como casi todo, tardó en llegar.
La
sociedad, avalada más moral que económicamente por el rey Carlos III y formada
por socios que representaban a las clases nobles y poderosas de la provincia y
que la apoyaron de una forma parecida, fue una entidad filantrópica sin ánimo
de lucro y sin vinculación eclesiástica directa, que tenía como objeto el
desarrollo económico de la provincia de Soria a través de diversas medidas que
tratasen de mejorar la formación, la agricultura y la industria soriana,
proporcionando un modo de vida a hombres y mujeres, pero despreciando en su
ideario a los vagos que preferían vivir de las limosnas antes que trabajar, y
adoptando el revelador lema «el ocioso para nadie es provechoso».
Pese
a su escasez de recursos, gracias a esta sociedad, se establecieron en Soria y
algunos pueblos escuelas de formación profesional para hombres y mujeres donde
se aprendía a manejar telares y máquinas textiles que elaboraban prendas con el
material producido en la provincia, pero también promovieron o pagaron de sus
fondos obras públicas de interés y que daban trabajo a los jornaleros,
construyendo obras como la fuente de los Leones en la plaza de Teatinos, la
pavimentación y plantación de arbolado en el paseo del Mirón, la construcción
del puente de piedra sobre el río Golmayo,…
La
Económica logró un éxito relativo pero, por diversas circunstancias que
culminaron con el caos de la Guerra de la Independencia, acabó fracasando en
sus propósitos y, aunque hubo otros intentos posteriores para recuperarla,
aquel primer intento de plan de desarrollo para la provincia de Soria terminó
fracasando.
Logotipo de la Económica con el lema “El ocioso para nadie es provechoso”. Imagen de autor desconocido reproducida en un documento archivado en la Universidad de Valencia. |
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