martes, 7 de abril de 2020

07/04/1777: Fundación de la Sociedad Económica Numantina de Soria.

En este último cuarto del siglo XVIII los aires de la Ilustración por fin llegaron a Soria cuando en muchas partes ya se evaporaban, y casi podríamos ponerles la fecha de hoy pues fue cuando, gracias al promotor soriano José Díaz, de quien ya hemos hablado, él organizó la primera asamblea de esta sociedad.
Lástima que no haya suficiente documentación para conocerlo mejor pero, suponemos con fundamento que, José Díaz fue un empresario que más que buscar el lucro personal trató de desarrollar iniciativas que repercutieran positivamente en la sociedad creando trabajo y generando riqueza, sobre todo para los demás. Con ese ideario convenció al intendente de la provincia, Francisco Moñino, para crear este proyecto y juntos constituyeron hoy la asamblea fundacional de la Sociedad Económica Numantina de Amigos del País de Soria y su Provincia, una iniciativa que ya existía en otras provincia y que aquí, como casi todo, tardó en llegar.

        La sociedad, avalada más moral que económicamente por el rey Carlos III y formada por socios que representaban a las clases nobles y poderosas de la provincia y que la apoyaron de una forma parecida, fue una entidad filantrópica sin ánimo de lucro y sin vinculación eclesiástica directa, que tenía como objeto el desarrollo económico de la provincia de Soria a través de diversas medidas que tratasen de mejorar la formación, la agricultura y la industria soriana, proporcionando un modo de vida a hombres y mujeres, pero despreciando en su ideario a los vagos que preferían vivir de las limosnas antes que trabajar, y adoptando el revelador lema «el ocioso para nadie es provechoso».
        Pese a su escasez de recursos, gracias a esta sociedad, se establecieron en Soria y algunos pueblos escuelas de formación profesional para hombres y mujeres donde se aprendía a manejar telares y máquinas textiles que elaboraban prendas con el material producido en la provincia, pero también promovieron o pagaron de sus fondos obras públicas de interés y que daban trabajo a los jornaleros, construyendo obras como la fuente de los Leones en la plaza de Teatinos, la pavimentación y plantación de arbolado en el paseo del Mirón, la construcción del puente de piedra sobre el río Golmayo,…
        La Económica logró un éxito relativo pero, por diversas circunstancias que culminaron con el caos de la Guerra de la Independencia, acabó fracasando en sus propósitos y, aunque hubo otros intentos posteriores para recuperarla, aquel primer intento de plan de desarrollo para la provincia de Soria terminó fracasando.

Logotipo de la Económica con el lema “El ocioso para nadie es provechoso”. Imagen de autor desconocido reproducida en un documento archivado en la Universidad de Valencia.


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