El BOE, de 5 de abril de 1991, publicó
la incoación del expediente administrativo para la declaración de la villa de Yanguas, en su conjunto, como Monumento Nacional,
una categoría asimilable a la actual de Bien de Interés Cultural (BIC), en un
proceso que sólo culminó dos años después, frente a otros expedientes que
llevan más de treinta años sin resolverse.
Aunque cada vez son menos, la villa de
Yanguas es uno de los pueblos más desconocidos de la provincia entre los
propios sorianos que, argumentando que si está lejos o que si no pilla de paso, omiten
la visita a uno de los enclaves más atractivos de
Soria, y eso que últimamente ha entrado en la lista de los pueblos más bonitos
de España.
Situada
en la margen izquierda del río Cidacos, entre las sierras del Escudo, Alba,
Montes Claros, Hostaza y Hayedo, la villa se encuentra en un entorno duro y de
clima rígido pero privilegiado, a la vez, por la belleza de los parajes de sus
alrededores, y está en el corazón de lo que podríamos llamar la ruta de los
despoblados e, incluso dando un buen paseo a pie, podemos conocer alguno.
Con
más historia a sus espaldas que muchos países, Yanguas atesora restos prehistóricos, celtíberos, romanos y medievales,
con indicios de ocupación musulmana puntual y bastantes más de la cultura
cristiana antigua.
Yanguas
es un ejemplo de la arquitectura popular típica de la zona con edificaciones
sencillas construidas en lajas, pero abundan también las casonas serranas de
los antiguos merineros con portadas de buena piedra, notables rejerías, escudos
nobiliarios,… De entre todas las casonas, por su porte y grandiosidad, destaca
el antiguo palacio de los Cereceda, un edificio de dos pisos construido en
sillarejo, dotado de una gran portada en arco de medio punto de gran dovelaje y
escudos heráldicos en su fachada.
Conserva
restos de murallas, puertas y de un castillo que en su fábrica principal parece
obra del siglo XIV, y que pese a su estado es de los mejores conservados en la
provincia pues, al menos para el público general, es posible observar y
entender los restos sin tener que recurrir demasiado a la imaginación.
Sin
embargo lo que, patrimonialmente hablando, es más abundante en el municipio son
las iglesias y ermitas, que no son ni una parte de las que hubo y que son una
muestra de la riqueza de estas tierras en siglos pasados. En algunos casos la fábrica
de estos edificios lleva lápidas romanas rescatadas
así del olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario