sábado, 4 de abril de 2020

04/04/1889: Francisco Pérez-Rioja Lenguas (1816-1889).


Aunque algunos biógrafos, como su propio biznieto, la fechen el día 1 de abril, hemos averiguado con seguridad que fue el día 4 de abril de 1889 cuando falleció Francisco Pérez-Rioja Lenguas (1816-1889), un tipo de esos polifacéticos tan frecuentes en el siglo XIX que, pudiendo haber triunfado en los ambientes políticos o culturales de una gran ciudad, prefirieron quedarse en Soria poniendo su granito de arena, o en este caso la paletada, en favor de la sociedad en la que vivieron.

Representante de la segunda generación de los Pérez-Rioja, fue padre de Pascual, abuelo del fotógrafo Aurelio y bisabuelo del investigador, escritor y director de la biblioteca José Antonio Pérez-Rioja, fallecido hace pocos años.

        Hijo de una familia acomodada, todo hay que decirlo, recibió una completa formación universitaria y eclesiástica que abandonó para alistarse en el batallón de Voluntarios de Soria del que fue capitán, tras lo cual se dedicó, profesionalmente, a trabajar en la imprenta familiar de la plaza Herradores nº 8, tarea que compaginó con las de concejal, juez municipal, gobernador civil interino, fundador de la Junta gestora de Ferrocarriles de Soria, fue uno de los fundadores del casino Numancia en 1848, diputado suplente por el partido de Soria en la Diputación “revolucionaria” de 1868 y presidente de esta institución.

        Como todo hombre políticamente comprometido de la época, y empleamos deliberadamente lenguaje inclusivo pues entonces no se conocen en Soria mujeres con ansias políticas, en 1860 fundó y dirigió un periódico, el único entonces, “El Avisador Numantino” que según el subtítulo de la cabecera fue «Revista semanal de intereses morales y materiales de la provincia de Soria», con unas dimensiones de un pliego regular a dos columnas y un precio de cuatro reales al trimestre. Años más tarde fundó otros periódicos como: “El Anunciador” (1868), “La Voz de los Municipios” (1871), “El Anunciador Soriano” (1877).

        Pero sin quitarle mérito a sus logros periodísticos, políticos o sociales, es imprescindible reseñar su faceta como padre y es que, además de por número, tuvo once hijos de los que le sobrevivieron cuatro, fue el responsable de educar a personas como Cipriano, Antonio, Bonifacio y Pascual a los que supo inculcar un sorianismo del que muchos años después de su muerte seguimos beneficiándonos todos.

Retrato de Francisco Pérez Rioja hacia 1880.
Autor desconocido, tomada del libro de Tomás Pérez Frías “Fotógrafos y fotografías (Soria 1860-1936)”, Soria 2013, ediciones de la Excma. Diputación Provincia
l.


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