domingo, 26 de abril de 2020

26/04/1937: Garray origen del bombardeo de Guernica.


Desde el comienzo del Alzamiento nacional, el bando de los sublevados contó con el apoyo incondicional de Hitler y Mussolini, y que pronto enviaron a sus socios españoles apoyo logístico, tropas y material bélico con los que conseguir sus objetivos.

        Hitler tenía un especial interés en esta cesión militar pues, además de los intereses políticos comunes que compartía con los golpistas españoles, su colaboración en el marco de la guerra española resultaba ser el mejor laboratorio para probar y experimentar armas y nuevas maniobras de los aviones de la Luftwaffe con los que esperaba entrenar a sus tropas en la gran guerra que ya sabía él estaba a punto de iniciar.
        De esta forma, con los apoyos de las fuerzas aéreas alemanas, italianas y de las de los sublevados españoles, se creó la Legión Cóndor que extendió sus bases por todo el territorio afín. En la provincia de Soria hubo cuatro aeródromos militares en: Almaluez, Utrilla, La Rasa y Garray, cuyos integrantes residieron en Soria capital en una casa al final de la calle Alfonso VIII, en cuyo jardín ondeó una esvástica. En mayor o menor medida, los cuatro aeródromos militares sirvieron como base para que los aparatos participaran en muchas operaciones de guerra.
        De todas ellas, no la más sangrienta pero quizá la más conocida, fue la nominada como Operación Rügen que tuvo lugar el 26 de abril de 1937. Aquella operación se inició en tierras sorianas cuando un bombardero Dornier Do 17 alemán y tres Savoia S-79 italianos despegaron del aeródromo garreño de los Negredos con destino a Guernica, una población vizcaína en la que vivían algo más de 5.000 personas y de interés estratégico militar, pues tenía tres fábricas de armas, pero de un innegable interés político por el valor simbólico del lugar para el nacionalismo vasco. En el pueblo no había armas antiaéreas y estaba habitado, sobre todo, por población civil.
        Eran poco más de las cuatro de la tarde cuando las alarmas antiaéreas de la villa vizcaína anunciaron la llegada de los bombarderos procedentes de Garray. Acertaron parcialmente en sus objetivos pero destruyeron un puente, la estación del ferrocarril y la iglesia parroquial, en la que se había cobijado mucha gente. Tras esta primera avanzadilla, siguió una cruenta ofensiva militar de cuatro horas que asoló parte de las fábricas de armas del pueblo y que se centró, sobre todo, en la población civil. Los pilotos de la Cóndor ensayaron y perfeccionaron maniobras como el bombardeo en alfombra, la combinación entre bombas explosivas e incendiarias, el ataque a las infraestructuras civiles, como el suministro de agua para impedir que extinguieran los incendios, o el efecto de las ametralladoras de los cazas en la guerra urbana. En total, aquel día fallecieron un mínimo de 126 personas, en su mayor parte civiles, aunque hay quien ha llegado a elevar la cantidad hasta las 300 víctimas, además de un gran número de heridos. Para las fuerzas fascistas la maniobra fue un éxito pues no tuvieron bajas y perfeccionaron algunas técnicas de ataque de las que, poco tiempo después, Europa será testigo.

Imagen aérea del aeródromo de Los Negredos en Garray el día de su inauguración el 2 de julio de 1937, archivo Ministerio de Defensa, Archivo Histórico del Ejército del Aire, tomada del libro de Tomás Pérez Frías “Fotógrafos y fotografías (Soria 1860-1936)”, Soria 2013, ediciones de la Excma. Diputación Provincial.


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