El de hoy viene a ser un ejemplo más de que los sorianos suelen alcanzar mayores triunfos fuera de la tierra que les vio nacer, lo que inevitablemente, y nos lleva a fantasear con la ucronía de lo que sería de Soria, si no dejásemos escapar todo ese talento, y de lo que acabaremos siendo si nuestros hijos se tienen que marchar fuera por obligación.
Cosme
Muñoz Pérez nació en Villar del Río y fue bautizado en su parroquia el 19 de
abril de 1573, hijo de una familia noble con padre procedente de Pinilla de
Caradueña y madre de Villar del Río, donde recibió la primera instrucción.
Con
16 años, abandonó Villar y marchó a Málaga como soldado y escribiente, aunque
acabó ganándose la vida mediante el alquiler de su espada. Desarrollando este
oficio, según unos, o por enfermedad, según otros, fue herido de muerte, se
encomendó a la patrona de Málaga, la Virgen de la Victoria, y se curó. Esto le
llevó al cambio del rumbo de su vida. Se ordenó sacerdote hacia 1606 o 1607 y
marchó a vivir a Córdoba donde fue un ejemplo de caridad y austeridad que movió
a otros a la conversión.
Allí
el obispo Mardones le encomendó que reflotase el convento de niñas huérfanas de
Nuestra Señora de la Piedad que había sido destruido. Cosme consiguió restaurar
el edificio y convertirlo en un lugar donde se educaba, cuidaba y mantenía a
las huérfanas, sacándoles de la calle para evitarles un incierto futuro y ofreciéndoles
una formación con la que se pudieran valer en la vida, algo casi inédito en una
época en la que la educación de la mujer era una rareza, que fue modelo para la
educación femenina y el germen de lo que a la larga se constituiría en la orden
de las Hijas del Patrocinio de María.
Cosme
murió en 1636 pero su labor trascendió en el tiempo. En 2007, al celebrarse el
cuarto centenario de la llegada de Cosme a Córdoba, en la capital andaluza se
celebraron actos de homenaje en su recuerdo, pero también en Villar del Río
donde se le dedicó una calle. Su modelo de educación femenino se extendió por
toda España y llegó a muchos países latinoamericanos y africanos donde hoy
muchas mujeres sin recursos siguen recordándole con cariño.
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