La tarde del día 1 de junio de este año, una procesión partía de la iglesia de San Juan de Rabanera, a la que asistió numeroso público y presidida por los gobernadores: civil y militar. Asistió el Ayuntamiento en pleno formalmente bajo mazas, el presidente de la Diputación Provincial, así como el fiscal jefe de la Audiencia provincial, el Delegado de Hacienda, Teniente Coronel del Batallón de Minadores, el subjefe Provincial del Movimiento… La comitiva se dirigió solemnemente hasta el Castillo entonando canticos religiosos y, al llegar a la altura de los depósitos de agua antiguos, se extendieron alrededor del monumento en honor al Sagrado Corazón de Jesús que acababa de construirse en ese mirador excepcional desde donde se contempla la mayor parte de la ciudad.
Tras
los correspondientes rituales, el monumento quedó inaugurado y se pasó a los
discursos en los que todos se felicitaron por la consagración de la ciudad al
Sagrado Corazón, una devoción surgida muchos siglos antes pero que en España
cobró un especial auge desde que el país entero se consagró a esa devoción, en
1919, y que se retomó con especial auge después de la Guerra Civil.
Las obras del monumento comenzaron
en Soria en 1940 y estuvieron algún tiempo detenidas ya que durante los
trabajos de construcción sucedió un accidente laboral mortal del que no hemos
localizado más noticias que la indemnización de 2.000 pesetas (12 euros) con
las que el gobernador civil compensó a la viuda del fallecido “un rasgo caritativo que por sí mismo nos dice a todos los sorianos
cuales son los sentimientos de nuestra primera autoridad civil”, destacó el
periódico oficialista “Duero”. Sin duda supuso una mala compensación a cambio de una vida, pero más si
tenemos en cuenta que fue una pequeñísima parte de las 85.000 pesetas con las
que fue valorado el monumento, y eso que el presupuesto aprobado fue de
43.758,59
pesetas (263 euros), para lo que es propiamente la base monumental, y de 25.000
pesetas (150 euros) para la imagen del Cristo.
El
constructor del monumento fue el maestro cantero Cayo Blázquez Tutor ayudado
por sus hermanos Víctor y Marcelino quienes lo realizaron con piedra arenisca
de Valonsadero a partir de septiembre de 1943. La imagen es, era, obra del
escultor madrileño Luis Hoyos González, que la realizó en 1944 y por la que
cobró veinticinco mil pesetas, pero empleamos el verbo en tiempo pasado pues aquella
imagen del Sagrado Corazón no es la que hay ahora.
La
original era una imagen de cuerpo entero que representaba a Cristo mirando al
cielo y con los brazos extendidos colgando junto al tronco, pero fue sustituida
en algún momento impreciso de la década de 1950 por la actual, una imagen de la
que nada hemos podido averiguar. En cuanto a los motivos de esa sustitución
hemos oído desde que fue alcanzada por un rayo hasta que no gustó mucho a las
autoridades o que, la más plausible, que debería representar a Cristo mirando
al frente, no hacia arriba, y siempre en actitud de bendecir.
Preguntando
a los mayores no hemos podido averiguar nada más ¿Alguien podría ofrecernos
algún otro dato?
Monumento original al Sagrado Corazón de Jesús en el Castillo hacia 1952, JCYL AHPSo 3676, colección Ricardo Tovar. |
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