El 7 de junio de 1982 se inició el expediente para la declaración de la ermita de la Bienvenida, en Monteagudo de las Vicarías, como Bien de Interés Cultural (BIC), declaración que fue resuelta en poco más de año y medio, poco que ver con la de la ermita de San Saturio, por ejemplo, que se inició algún año antes y todavía no ha sido resuelto.
A las afueras de Monteagudo, en dirección
a Fuentelmonge, se encuentra este gran templo construido inicialmente en 1543. Construido
en piedra de mampostería y sillar, desarrolla una nave culminada en una capilla
mayor de planta rectangular. Si al exterior el edificio es sobrio y austero con
escasa decoración, al interior la nave se cubre con bóveda de cañón con
lunetos, reforzada por arcos fajones sobre pilastras adosadas. La capilla
mayor, que es más baja que la nave, está cubierta por cúpula semiesférica y
lleva un bello retablo barroco con lienzos atribuido a Juan Zapata Ferrer
(1690), el autor de los frescos de la ermita de San Saturio, en Soria.
Monteagudo
de las Vicarías es una de las localidades sorianas más bonitas y desconocidas
para el gran púbico, un lugar digno de ocupar un puesto de honor en esa “Soria
ni te la imaginas”, pero que no acaba de gozar del gran conocimiento entre buen
parte de los sorianos. Eso puede ser debido a su ubicación, porque es cierto
que a Monteagudo no se va por casualidad, o se va a propósito o se ignora, y es
una pena pues constituye uno de los conjuntos urbanos más interesantes de la
provincia.
Emita de Nuestra Señora de la Bienvenida. Foto de servicios.jcyl.es |
No hay comentarios:
Publicar un comentario