En la jornada de hoy de 1899, nació en Soria quien acabará siendo uno de los personajes más importantes y menos conocidos de la Soria del siglo XX, y de la vida económica española de la época. Nacido en una familia acomodada, fue hijo de Epifanio Ridruejo Barrero y de Paulina Botija de la Cuerda. Su familia paterna era originaria de la zona de San Pedro Manrique y de Oncala, y a través de la agricultura y de la ganadería obtuvieron recursos con los que crearon una red comercial y un capital que en 1884 les permitió fundar la “Sociedad Comercial y Bancaria Ridruejo y Compañía”, o la “Banca Ridruejo”, como siempre la hemos conocido, el primer y único banco netamente soriano hasta la fundación de la Caja de Ahorros en 1912.
Epifanio hijo, que también fue primo del
escritor Dionisio Ridruejo de quien hablamos hace unos días, cursó sus estudios
en el Instituto Técnico de Burgos y en la Real Universidad de María Cristina de
El Escorial, licenciándose en Derecho, de donde pasó a dirigir durante algunos
años el principal negocio familiar, la Banca Ridruejo.
Aquella experiencia financiera le abrió
las puertas para desarrollar otros importantes cargos de gestión como Director
del Banco Exterior de España, Director General del Centro Oficial de
Contratación de Moneda, Vicepresidente del Consejo Superior Bancario, Director
General del Banco Exterior de Crédito, Vicepresidente de Campsa, de Telefónica. En 1952, fue nombrado
Subgobernador del Banco de España y, en 1958, Administrador Delegado del Banco
Exterior de Crédito. Además de Presidente del Consejo Superior de Cámaras de
Comercio, Industria y Navegación, procurador en las Cortes franquistas,
académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,…
En lo personal, estuvo casado con Vicenta
Brieva Bartolomé y tuvieron tres hijos: Esperanza (Pitita), Epifanio y Juan
Antonio, que contribuyeron a seguir desarrollando los negocios familiares a
través de importantes actuaciones económicas. Aunque con residencia oficial en
Madrid, la familia nunca se desvinculó de la provincia de Soria.
Epifanio recibió varios premios y
condecoraciones entre los que se destacan: la Medalla de Oro del Mérito del
Trabajo, la Gran Cruz del Mérito Civil, la Gran Cruz de Isabel la Católica y la
Gran Cruz de Alfonso X el Sabio; pero también fue nombrado, en 1950, Hijo
Predilecto de Soria con Medalla de Oro gracias a que por su intervención fue
posible que se concediese al Ayuntamiento de la ciudad un crédito bancario con
el que se pudieron llevar a cabo obras para el abastecimiento de aguas de la
capital.
Ese título de Hijo Predilecto de Soria
motivó que, tras su fallecimiento en Madrid en 1986, la corporación municipal
acudiese oficialmente al sepelio con asistencia formal "bajo mazas".
Retrato de Epifanio Ridruejo Botija hacia 1968, imagen de autor desconocido en Revista de Soria nº 4. |
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