Que en Soria hubo vino de producción local nos parece hoy algo poco menos que imposible y saber que las viñas se encontraban en la zona de la ladera del Castillo que da al río por San Saturio suele ser una sorpresa. Sabemos fehacientemente que las hubo y que con aquellas uvas se elaboraba vino, un producto fundamental en la dieta del medievo casi tan básico en una alimentación “sana” como ahora lo es la leche. También sabemos que el producto era tan malo que, salvo sus productores, nadie quería tomarlo, pero como la industria vinícola local daba empleo a muchos trabajadores, desde el siglo XIII diversos monarcas castellanos concedieron privilegios a este sector ordenando que no se pudiera importar vino foráneo en tanto no se hubiera agotado el de la cosecha local, lo que fue causa de frecuentes enfrentamientos entre los miembros del Común (interesados en vender el vino ya que eran ellos quienes cultivaban las vides y lo elaboraban) y los hidalgos de los Linajes que con mayor poder adquisitivo no entendían que tuviesen que beber aquello, cuando podían permitirse pagar por beber vinos aragoneses o navarros de mayor calidad.
La
primera noticia de esta obligación sucedió tal día como hoy de 1319 cuando el
rey Alfonso XI, que era todavía un niño de ocho años por lo que en realidad
sería una decisión de su abuela y regente doña María de Molina, dispuso esa
prohibición, pero además el documento resulta muy útil pues se aplicaba a los
sorianos que vivían dentro de las murallas y a los que vivían fuera de ellas
citando explícitamente los arrabales
o burguillos que entonces eran los de San Andrés, San Juan (de Duero), San
Polo, San Lázaro, el Rabal y Santa María del Mercado, una dato indirecto que
nos ofrece información de las zonas exteriores a la muralla de la ciudad en las
que había asentada población.
Con el
correr de los tiempos aquel privilegio del vino soriano causó serios trastornos
entre los sorianos y fue quizá el motivo del primer enfrentamiento entre los
Linajes y el Común, al menos hasta que por diversas circunstancias dejó de cultivarse la
vid en Soria, en el siglo XVI.
Zona sudoeste de la ciudad donde se encontraban los cultivos vinícolas sorianos en torno a la ermita de Nuestra Señora de las Viñas. |
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