lunes, 27 de enero de 2020

27/01/1867: El proceso de beatificación de la Venerable arranca de nuevo.

A mediados del siglo XIX el proceso de beatificación de la madre sor María de Jesús de Ágreda estaba paralizado desde tiempos del papa Clemente XIV, y, con tanto tiempo transcurrido, hacía pensar que su causa estaba retenida para siempre. Sólo un milagro podía volver a activar el proceso y, nunca mejor dicho, eso es lo que pasó.
En enero de este año, sor María Colette, una religiosa concepcionista belga del convento de Nivelles, padecía una enfermedad incurable, una inflamación de la médula espinal, que la mantenía encamada en estado muy grave al borde de la muerte por lo que, en esta jornada de 1867, sus compañeras del convento comenzaron a rezar una novena rogando la intercesión divina a través de la Venerable sor María de Jesús de Ágreda. El mismo día que terminaba la novena, el día 7 de febrero, sor Colette, de 32 años de edad, sanó milagrosamente de su enfermedad.
La hermana fue entrevistada por el médico que la atendía y por el capellán del convento que fueron los primeros en dar a conocer que la curación había sido de carácter milagroso. El eco del suceso se extendió y volvió a reabrir el debate de la canonización de la monja. Y, sobre todo, cuando la noticia se conoció en la villa de Ágreda. Su ayuntamiento elevó al papa Pío IX una súplica para que reabriese el proceso y, unos meses más tarde, el Postulador General de las Causas de Beatificación y Canonización de la Orden Franciscana, el R. Fr. Bernardino de Grotte di Castro, acudió a Pío IX portando una petición firmada por treinta y ocho obispos españoles y algunos extranjeros solicitando al Vaticano el mismo ruego.

Imagen de la Venerable sor María de Jesús en la parte delantera de su convento agredeño.
Fotografía: A. Arribas.


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