Tal día
como hoy y en la soriana localidad de La Rasa, donde su padre trabajaba como
guardagujas del ferrocarril, nacía Marcelino Camacho Abad (1918-2010), líder sindical,
político y sobre todo, un hombre íntegro y consecuente.
Con doce
años dejó la escuela para ponerse a trabajar de aprendiz ferroviario. En 1934,
se afilió a la sección local del PCE junto a varios vecinos de La Rasa y
después a la UGT. Estando en La Rasa le sorprendió el golpe de estado y allí
comenzó a demostrar su compromiso antifascista dedicándose con su padre y otros
compañeros a boicotear las vías del tren para impedir que un contingente de
soldados sublevados viajase hasta Ariza (Zaragoza). Tras estas acciones se unió
a la tropas republicanas para luchar, pero poco antes de que terminase la
guerra fue detenido y, aunque logró escapar, fue otra vez apresado, apaleado y
condenado a trabajos forzados en un campo de concentración español en
Marruecos. De allí también pudo escapar hasta Argelia donde conoció a su
compañera, Josefina Samper, con la que se casó en 1948.
Indultado, regresó a España como obrero metalúrgico en la fábrica
de Perkins Hispania, y allí, durante los momentos más duros de la dictadura,
Marcelino y un grupo de compañeros fundó las Comisiones Obreras, un sindicato
ilegal que introduciéndose en las estructuras del sindicalismo vertical, el único
que entonces existía, llevó a cabo una tarea sindical que le costó la detención
y nueve años de cárcel en Carabanchel, los cuales no cumplió íntegramente por
indulto en 1973.
Tras la muerte del dictador, Comisiones Obreras se constituyó en
sindicato legal y Marcelino fue elegido su secretario general hasta 1987, cargo
que compaginó durante algunos años con el de diputado por Madrid, y del que
dimitió cuando su compromiso sindical estuvo condicionado por su carrera
política.
Hombre honesto y consecuente con sus ideas, fue un republicano
convencido que no escondía sus ideas ni ante el rey Juan Carlos con el que
mantuvo una relación cordial. Fue elegido Soriano del Año 1987, por la Casa de
Soria en Madrid, pero también condecorado con la Medalla al Mérito Constitucional,
nombrado doctor honoris causa por las universidades de Valencia y la de Cádiz,
autor de dos libros, Gran Cruz del Mérito Civil, Orden del Mérito
Constitucional, Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo,... un currículum
envidiable que no le hizo cambiar de actitud ante la vida y le llevó a residir,
hasta su muerte, en humildes viviendas obreras de barrios de Madrid, domicilios
que compaginó con la vieja casa ferroviaria de La Rasa a la que acudía con
frecuencia.
Josefina Samper y Marcelino Camacho en su casa de Carabanchel. Fotografía tomada de Karabanchel.com |
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